Se van a cumplir ahora diez años desde que se aprobara en España la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género,
que nació con el objetivo de legislar y penalizar las conductas
denigrantes, tanto físicas como psíquicas, hacia las mujeres por parte
de sus parejas o exparejas. Desde entonces hasta ahora han sido miles los casos judiciales abiertos,
aunque las cifras siguen dejando datos desalentadores, con 49 mujeres
asesinadas en lo que va de año, según el dato facilitado desde la
Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Dos Hermanas.
Precisamente, en este marco este viernes se ha celebrado en la ciudad nazarena una conferencia sobre la problemática de la violencia de género,
organizada por la formación política de Ciudadanos en Dos Hermanas. A
la cita, que ha tenido lugar en el salón de actos de la Casa del Arte,
ha asistido como conferenciante invitado el abogado y eurodiputado de Ciudadanos, Javier Nart,
junto al Juez sustituto adscrito a la Audiencia Provincial de Sevilla,
Lorenzo Pérez, y la presidenta de la Asociación de Víctimas de la Ley de
Violencia de Género (Avilegen), Inmaculada Ocaña, que fueron
presentados todos por el coordinador local de Ciudadanos, Manuel Varela.
Durante su intervención, Nart ha analizado los pormenores de una ley que no considera como violencia, por ejemplo, la ejercida «por una mujer sobre otra mujer»,
pese a que «estadísticamente, la violencia es del hombre». El
eurodiputado de Ciudadanos ha reconocido que, en ocasiones, la justicia
que se imparte en estos casos es «defensiva» y ha abogado, más bien, por
«el propio sentido común y la equidad» de la que se aleja en ocasiones la ley.
Por su parte, Inmaculada Ocaña ha ofrecido el punto de
vista que representan las víctimas de esta ley de violencia de género
que constituye «una cuestión política y no jurídica», al existir una «maquinaria destructiva»
en todo este asunto. En este sentido, Ocaña ha denunciado que los
puntos de encuentros «carecen de personal cualificado», mientras que la
mediación familiar no funcionará «hasta que no haya una igualdad real entre los progenitores».
El turno de intervenciones lo ha cerrado el juez Lorenzo
Pérez, que ha aprovechado su charla ante los asistentes para narrar su
experiencia personal como profesional en casos de violencia de género.
«Al principio la ley me pareció un disparate, con su aplicación he visto abusos, aunque también era necesaria
una ley integral de este tipo», ha asegurado Pérez al explicar que
existen «ciertos errores» al aproximarse a los delitos, ya que cuando
los casos llegan a los juzgados ya ha habido una «fase anterior en la
que no intervenimos, la del ámbito familiar, y que dificulta luego las
pruebas, tanto a favor como en contra».
En cuanto a los posibles «abusos» realizados con la ley, el juez ha reconocido que se ha topado con «denuncias falsas, pero también con muchas verdaderas»
y ha asegurado que «la ley no es tan mala, pero con aspectos
mejorables, aunque se ha hecho un abuso, amparada en la justicia
defensiva».
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