sábado, 30 de julio de 2016

Los jueces podrán anular las visitas a hijos de condenados por maltrato El Supremo fija una nueva doctrina para preservar el interés del menor sobre el del padre

Un juez podrá suspender el régimen de visitas de un hijo con su padre condenado por violencia de género o por maltrato a otro de los hijos. El Tribunal Supremo ha fijado esta doctrina para acabar con la discrepancia que hasta ahora mantenían sobre este asunto los jueces y tribunales encargados de determinar las medidas de protección a los hijos de condenados por maltrato.
En muchos casos, los jueces hacían imperar el derecho de los progenitores a mantener el contacto con sus hijos. El Supremo ha establecido su nueva doctrina a partir de una sentencia en la que corrige a un juzgado de Algeciras y a la Audiencia Provincial de Cádiz, que establecieron visitas para un padre condenado por maltrato a su exmujer y a una de sus hijas. Las visitas que le concedieron (dos horas un día a la semana en un punto de encuentro familiar) eran para ver a su otra hija, a la que supuestamente no maltrató y solo podía disfrutarlo una vez que cumpliera la pena de prisión a la que fue condenado y documentase que se había sometido a un programa terapéutico contra la violencia.
La Sala de lo Civil de Supremo cree, sin embargo, que los jueces de Cádiz no han respetado “el interés del menor”. Los jueces basan su decisión en el artículo 94 de Código Civil, que permite al juez limitar o suspender el derecho de visita. También la ley integral contra la violencia de géneroautoriza esta restricción y el artículo tres del convenio de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y la Carta Europea de los Derechos del Niño establece como primordial la consideración del interés del menor. Los magistrados se amparan también en la última reforma de la ley del Menor, de este año, que exige que la vida y desarrollo del niño se desarrolle en un entorno “libre de violencia” y que “en caso de que no puedan respetarse todos los intereses legítimos recurrentes, deberá primar el interés superior del menor sobre cualquier otro interés legítimo”.
El Supremo advierte de que, en este caso, el padre ha sido condenado por maltrato a otra de sus hijas, por lo que los contactos con la otra niña “deben ser sumamente restrictivos” y los jueces deben “primar la cautela” ya que el riesgo es “más que evidente”. La Sala de lo Civil, en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Francisco Javier Arroyo, señala también que la condición de demostrar que el padre ha acudido a terapia debería concretar qué programa ha seguido, ante quién y quién homologa sus resultados. Los magistrados dejan la puerta abierta para que, cuando cumpla la condena, el padre pueda pedir de nuevo un régimen de visitas “con las garantías y cautelas propias que preserven el interés de la menor”.

martes, 26 de julio de 2016

Las redes sociales dan pistas sobre la violencia de género La Policía pone en marcha un nuevo test de evaluación de víctimas

La Policía cuenta con nuevas herramientas para valorar el nivel de riesgo de las maltratadas. Desde ayer está en vigor un nuevo protocolo que incorpora preguntas adaptadas a los tiempos que corren para poder detectar antes las señales del maltrato. Así, los agentes dispondrán de nuevos formularios que contemplan indicadores como el uso generalizado de internet y de las redes sociales. Además, se tendrán en cuenta las formas incipientes de violencia de género detectadas entre los adolescentes, la realidad de las mujeres maltratadas con discapacidad o la seguridad de los menores de edad a cargo de las víctimas. Se trata, en realidad, de una mejora del Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género (VioGén) del Ministerio del Interior.
Según el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz, la metodología en la que se basa este sistema «es el análisis permanente del riesgo, un estudio que analiza la peligrosidad de los maltratadores y cuantas otras circunstancias a las mujeres». Se trata, en definitiva, de hacer valoraciones de forma individualizada y continuada en el tiempo de la evolución del riesgo al que puedan estar sometidas.
En el amplio cuestionario, que puede llevar entre dos y cuatro horas de cumplimiento, se incluyen preguntas sobre los hábitos de vida o las conductas del presunto agresor. En esta reformulación se incluye también como factor de riesgo a los menores.
Seguimiento
Actualmente, VioGén cuenta con algo más de 34.000 usuarios con capacidad para interactuar con el sistema tales como la Policía y la Guardia Civil, Instituciones Penitenciarias, Policías locales y autonómicas, Consejo General del Poder Judicial, fiscales, forenses o servicios sociales y de igualdad de las comunidades autónomas.
Desde la pasada legislatura, VioGén se incorporó a los servicios sociales de las comunidades autónomas, al constatar que un colectivo importante de mujeres maltratadas no denuncia ante los servicios policiales pero sí acude en busca de ayuda a los servicios asistenciales. El objetivo es ofrecer una respuesta global y coherente pero, sobre todo, anticiparse a una situación de maltrato. Ayer, el secretario general de Seguridad, Francisco Martínez, recalcó la necesidad de seguir insistiendo en la sensibilización, prevención y educación «para acabar con la violencia desde los primeros síntomas».
Según venía constatando el Consejo General del Poder Judicial, la mayoría de las víctimas de violencia de género que habían iniciado trámites judiciales previos a su muerte contaban con una valoración policial de riesgo «medio» o «no apreciado». De ahí que recomendara que se revisasen los formularios utilizados en el Sistema de Seguimiento integral de los Casos de Violencia de Género.

Los niños, las víctimas invisibles de la violencia de género Al menos un millar de niños son víctimas de violencia de género en Aragón por ser hijos de mujeres víctimas de esta violencia.

"Voy a llevar a tu madre a un viaje del que no va a volver", le dijo Rubén Moreno al hijo de Soraya, de 6 años, unos días antes de matar a tiros a su expareja en un bar de Miralbueno en febrero. El hijo de Alexandra, de 5, convivió con la violencia doméstica desde pequeño. Hasta que su padre mató a su madre cuando le llevó al punto de encuentro familiar en la calle de Conde Aranda hace dos semanas. Ambos menores viven ahora con otros familiares y simbolizan el drama que viven cientos de menores en Aragón víctimas de violencia de género.

Los menores son las víctimas silenciosas e invisibles de esta tragedia.Desde el año pasado, cualquier niño que viva en un hogar donde una mujer es víctima de violencia de género es considerado también víctima. Según esta definición, en Aragón al menos un millar de niños son víctimas de violencia de género. Los jueces decretaron en 2015 unas mil medidas civiles dentro del marco de las órdenes de protección y/o como medida cautelar, según los datos del Observatorio contra la violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial. Estas medidas se suelen tomar cuando hay menores implicados e incluyen temas como el régimen de visitas, la pensión o la custodia.

"En julio de 2015 se modificó la Ley orgánica de Violencia de Género para incluir como víctimas a todos los menores hijos de mujeres víctimas de violencia, sean o no víctimas directas de esta violencia, sean o no testigos directos de las agresiones físicas o verbales. Por el mero hecho de vivir en un ambiente donde hay violencia ya son víctimas. Esta modificación responde a una demanda social, pero ha quedado en una mera declaración de intenciones. No ha llevado aparejada ninguna reforma penal ni más medidas de protección", explica Antonio Muñoz, coordinador del Servicio de Atención a la Mujer en el Colegio de Abogados de Zaragoza y miembro de la subcomisión de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial.

Los jueces pueden decretar diversas disposiciones de protección para las mujeres (y sus hijos) en los casos de violencia de género, como medidas de alejamiento o protección policial. El año pasado en Aragón hubo más de 20.000 denuncias por violencia de género y los juzgados aprobaron 635 órdenes de protecciónSolo en los casos más graves de violencia se suspende el régimen de visitas de los padres a los hijos. Este punto genera mucha controversia social y algunos colectivos piden que se reconsidere. El Colegio de Abogados apuesta por estudiar "caso a caso" y no limitar automáticamente la relación de los padres con sus hijos.
Lo primero, buscar a la familia

El Servicio de Atención a la Infancia del Gobierno de Aragón y la Unidad de Familia de la Policía Nacional están coordinados para atender a los menores que quedan desprotegidos en los casos más graves de violencia de género, como los recientes asesinatos de Soraya y Alexandra. El objetivo es proteger a los menores y reintegrarlos en su núcleo familiar siempre que sea posible. 

"En un primer momento, tras un caso de agresión, lo primero es proteger al menor. Si la madre está herida o ha fallecido, buscamos a algún familiar que se pueda hacer cargo de él. Lo ideal es que estén en un entorno propio. En el último caso, la familia vivía fuera y el niño pasó al servicio de protección de menores de la DGA", explica Clara Pérez, jefa de la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional en Aragón. 

El hijo de Alexandra estuvo unos días con una familia de acogida hasta que pudieron venir familiares maternos a hacerse cargo de él. "Se activó el protocolo de atención urgente de protección de menores. Para los niños menores de 6 años buscamos una familia de acogida. Para chicos mayores hay otros recursos como centros de acogida hasta que localizamos a algún familiar. Lo ideal es que estos niños puedan estar con su famiila y desde servicios sociales se les presta todo el apoyo posible", señala María José Bajén, jefa del servicio de Atención a la Infancia del Gobierno de Aragón.
Efectos psicológicos a largo plazo

A corto plazo, las instituciones trabajan para buscar alojamiento y un entorno familiar a los menores víctimas directas de la violencia de género. A largo plazo, los psicólogos advierten de los efectos que la violencia (sufrida directamente en forma de agresiones y amenazas, o como testigos) tiene sobre estos niños.

"La violencia de género provoca estrés postraumático y problemas psicológicos a largo plazo. Tanto en los que la han sufrido directamente como los que han convivido con ella. Muchos de estos niños tienen después problemas de autestima y les cuesta mantener relaciones afectivas. Se aislan y les cuesta hablar de sus sentimientos. Deberían recibir atención psicológica. Los menores son las grandes víctimas y grandes olvidadas", afirma Pilar de la Torre, psicóloga zaragozana especializada en el tratamiento a las víctimas, sobre todo mujeres y niños.

Esta psicóloga pide más protección para los menores y cuestiona los actuales regímenes de visitas. "Habría que limitar mucho más el contacto del padre violento con sus hijos. La violencia forma parte de su modo de relación. Quien es o ha sido violento con su pareja, lo puede ser también con otras personas de su entorno, como sus hijos. Habría que protegerles más directamente con fórmulas de protección reales", asegura.

AUTONOMIAS > Asturias Los sanitarios deberán remitir al fiscal los casos de violencia de género Independientemente de que la mujer desee o no presentar denuncia

El director general de Salud Pública del Principado de Asturias, Antonio Molejón, ha presentado este martes la actualización del protocolo sanitario de atención a las mujeres que sufren violencia, entre cuyas novedades se encuentra la obligación, por parte de los sanitarios, de remitir los partes de lesiones al fiscal en caso de sospecha.

En concreto, la modificación obliga a los profesionales de Atención Primaria, Atención Hospitalaria, Servicios de Urgencias y Servicios de Salud Mental a comunicar a los juzgados el parte de lesiones de la víctima cuando existan indicios de que se trata de un caso de violencia, independientemente de que la mujer desee o no presentar una denuncia. Asimismo, este dato se incluirá en la historia clínica de la paciente. Además, el concepto de violencia contra la mujer se circunscribe más allá del ámbito doméstico y los hijos de víctimas serán considerados sujetos de maltrato.

Molejón ha explicado que, en líneas generales, el protocolo ofrece pautas de actuación y herramientas para responder a la detección de un posible caso de violencia de género para el personal sanitario. Dicho protocolo existe desde 2003 y esta constituye su segunda actualización. En palabras del ex director general de Salud Pública, Julio Bruno, esta novedad se trata de una "herramienta que resuelve el dilema profesional en los casos en los que no se reconoce la violencia por parte de la mujer".

Los menores, sujetos de maltrato

Por otro lado, y en coherencia con la Ley 8/2015, que considera víctimas a los hijos menores de mujeres que padecen violencia de género, los pediatras les podrán valorar como "sujetos de maltrato". El especialista pondrá en conocimiento del profesional de medicina general la percepción de esta circunstancia, aunque el protocolo no incluye una indicación expresa de acudir al fiscal para detallar las lesiones, como ocurre con sus madres.

La directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Almudena Cueto Sánchez, ha subrayado la necesidad de coordinación entre las instituciones. "Muchas mujeres, antes de llegar a otros ámbitos de protección, se acercan a los centros de salud, a la Atención Primaria, dando señales de qué es lo que están viviendo. No podemos permanecer ciegos a ellas", ha lamentado.

El documento proporciona un marco teórico y de actuación para erradicar la violencia de género, y por primera vez este se difundirá tanto a los servicios públicos como a los centros privados y colegios profesionales. La Consejería repartirá 2.000 ejemplares físicos entre los sanitarios, además de publicar en formato electrónico este protocolo, que se pondrá en marcha este mismo mes.