domingo, 16 de noviembre de 2014

Las otras violencias contra la mujer La normativa tiene lagunas para afrontar el acoso en Internet o en el trabajo

“Estabas en línea, te he escrito un whatsapp y no me has respondido. ¿Por qué, qué haces, con quién estás? Respóndeme. He visto que te has conectado por última vez de madrugada ¿Con quién hablabas? Como no me hagas caso cuelgo en Internet una foto tuya sin ropa. ¿Quién es ese que has agregado al Facebook? ¿Es verdad que estás con tus padres? Mándame una foto. Envíame tú ubicación”... Estas frases son algunos ejemplos de otras formas violencia contra la mujer. En este caso, ligadas a las nuevas tecnologías y de especial incidencia entre los más jóvenes. Pero hay más, como el acoso callejero, el laboral, la trata o las violaciones. Según la normativa estatal, si no se ejercen en ámbito afectivo no son consideradas como violencia de género y a todos los tipos de agresiones se les suma la dificultad para demostrarlas.

Amenazas en el ámbito económico

La violencia económica incluye la privación intencionada de recursos para el bienestar físico o psicológico de la mujer y de sus hijos o la discriminación en la disposición de los recursos compartidos en la pareja. “Puede estar vinculado a los casos en los que las mujeres no pueden llegar a ser independientes, aunque trabajen o hayan trabajado, porque los hombres controlan los recursos de ambos”, explica la profesora especializada en género Belén Zurbano.
Este tipo de violencia, que se ha visto agravada con la crisis, trasciende al ámbito laboral. Eli García, secretaria regional de la mujer en CC OO, detalla que llevan mucho tiempo atendiendo situaciones de acoso en el trabajo, pero que el paro, la crisis y la persistencia del machismo extienden las conductas discriminatorias.
García explica que el observatorio de su formación lleva años denunciando discriminación tanto en los criterios de selección, donde se excluyen a mujeres que quieran tener hijos, como en las ofertas, donde se establecen condiciones que fomentan la desigualdad.
No les llegan denuncias de una práctica que admite como posible y sobre la que considera “interesante” que se piense en generar “mecanismos de alarma” o de “prevención”. Se trata del acoso que se registra durante las entrevistas de trabajo aprovechando la situación de necesidad de la demandante de empleo. Al registrarse cuando aún no hay una relación laboral, entra en una categoría distinta, pero se da. “Es fácil que las personas con perfiles machistas se muestren así en estas situaciones, que no se han identificado como un problema laboral”, advierte.
Una vez en el trabajo, la situación puede llegar a niveles espeluznantes. En octubre, la Audiencia de Huelva condenó a 58 años y ocho meses de prisión a un exdirector de una aseguradora por acosar, abusar y atentar contra seis de sus empleadas durante años.
“Hay mucha más violencia además de la física. Ahora hemos perfeccionado lo que miramos. Identificamos más fenómenos que antes estaban normalizados, y algunos de ellos siguen viéndose así. Son otras violencias contra la mujer no consideradas dentro del concepto ni de las leyes de violencia de género”, explica Belén Zurbano, profesora e investigadora de la Universidad de Sevilla en este ámbito. “Prácticamente los únicos indicadores que hay para medir la violencia son las muertes, las denuncias y la morbilidad hospitalaria, así que hay mucha información de agresiones que se pierde y que no está ni en el paradigma social ni en la ley”, explica Zurbano.
Las más novedosas de estas formas de acoso o agresión son las vinculadas a las nuevas tecnologías. “La violencia en las redes sociales está presente 24 horas al día y siete días a la semana y su detección es casi imperceptible para los profesores o los padres de los jóvenes”, considera la psicóloga especializada en género Laura Ocaña. "Existen problemas de control, persecución y acoso entre jóvenes a través de las redes que no tienen diferencia con la violencia de género”, añade Encarnación Aguilar, directora general de Violencia de Género de la Junta. Según los datos que manejan, un 7,9% de chicas admite ser víctima de ciberacoso, en cambio, solo un 2,9 de ellos reconoce ser acosador. En este sentido, la investigadora Zurbano advierte que las nuevas tecnologías se han convertido en una “herramienta más de control y dominación en la pareja, generalmente contra las mujeres”.
Pese a la constancia de la existencia de estas otras formas de violencia, es complicado que se tengan en cuenta desde el punto de vista legislativo. De entrada, la norma estatal solo considera la que se da en el ámbito afectivo, aunque la ley andaluza (2007) es más abierta. Añade la violencia económica a las amenazas, coacciones, privación de libertad y agresiones físicas, sexuales y psicológicas. También amplía la consideración de actores violentos. Además de los cónyuges, excónyuges o personas ligadas por relaciones de afectividad, incluye a los hombres del entorno familiar, social o laboral.
Las tecnologías se usan como herramientas de control y dominio
Y si la incorporación de nuevas definiciones de actores y otros tipos de violencia en la norma ya es difícil, también lo es la demostración de los daños psicológicos o del sufrimiento a través de amenazas, humillaciones, vejaciones, aislamiento, culpabilización o limitación de su libertad. “En este aspecto hay menos índices de estudios y herramientas de detección. Es difícil conocer sus cuadros clínicos y los procesos de traumas. Además, los testimonios de las víctimas suelen ser inconexos o incoherentes, pero no por eso es sintomático de que no haya violencia”, alerta Zurbano.
Desde Justicia reconocen que la violencia psicológica está muy silenciada, que es la primera en aparecer y que es más difícil de demostrar que la física. “Tenemos una unidad de valoración que analiza las evidencias de la víctima. En lo que va de año se han abierto más de 800 procedimientos por violencia psicológica con órdenes de protección. 600 de los ellos por amenazas”, matiza Aguilar. "En la violencia a través de las nuevas tecnologías, los fiscales de delitos tecnológicos indican que los actos dejan rastro en el teléfono o en el ordenador y pueden ser perseguibles", añade.
El daño psicológico es el primero que se ejerce, pero apenas se conoce
Para erradicar cualquier forma de violencia, la solución reside en la educación. El respeto, la libertad, la igualdad y la confianza son cuatro de los pilares sobre los que trabaja Ocaña en sus cursos de formación para jóvenes, para modificar la realidad: el 24% de los jóvenes andaluces considera que el lugar de una mujer está en su casa, con su familia, y el 10% cree que el hombre es el que debe tomar las decisiones.
“Las relaciones de pareja son para hacernos más felices de lo que podemos ser estando solos. Hay que trabajar en eso, cada uno de los cuatro pilares son básicos para una relación sana”, declara Ocaña. “Parte del problema es que no se nos ha enseñado a querernos ni a desarrollarnos bien, parece que la mujer solo se siente válida cuando alguien la quiere, y parece que el hombre no debe mostrar más sentimientos que los de rabia. Hay que trabajar mucho la autoestima y la inteligencia emocional para saber relacionarnos de forma sana”, propone.
El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ya ha puesto en marcha una investigación sobre los riesgos y consecuencias de la violencia de género a través de las “tecnologías de las relaciones, la información y la comunicación (TRICs)”. El trabajo incluirá un protocolo de intervención profesional para actuar en estos casos, una guía de orientación a familias, cursos de formación y asistencia psicológica a jóvenes. Además, ha creado una aplicación llamada Detecta amor, para identificar el machismo y aprender a relacionarse en parejas.

El Congreso analizará los avances de la Ley contra la Violencia de Género

Alicante, 13 nov (EFE).- Los avances de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género se abordarán en un congreso que tendrá lugar los próximos días 19 y 20 en el Auditorio de la Diputación de Alicante (Adda).
Este encuentro, presentado hoy por la vicepresidenta y diputada provincia de Igualdad y Juventud, Mercedes Alonso, constituye el XII Congreso sobre la Violencia contra la Mujer.
Alonso ha indicado que novecientos congresistas procedentes de todo el país asistirán a este cónclave.
"A través de esta cita anual se analizan las múltiples cuestiones que se suscitan en torno a la violencia de género" con la finalidad de "poder generar un debate social cargado de experiencias, buenas prácticas y propuestas de trabajo que sirvan para crear nuevas vías de solución al problema de la violencia de género", ha explicado.
Según Alonso, en lo que llevamos de año, 43 mujeres han sido asesinadas en España, dejando huérfanos a 26 menores.
La reunión congresual contará con un completo programa de ponencias, conferencias y mesas redondas, y está dirigida, principalmente, a las concejalías de Mujer y Servicios Sociales, psicólogos, médicos, juristas, abogados y asociaciones profesionales.
La presidenta del Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), María Ángeles Carmona, ofrecerá, acompañada por el presidente de la Audiencia de Alicante, Vicente Magro, la conferencia inaugural con el título "Preguntas y respuestas ante las dudas sobre casos de violencia de género que se planteen en los juzgados. Qué hacemos y qué se puede hacer".
Cómo evitar la violencia desde la juventud, a cargo de la catedrática de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Inés Alberdi, o la fuerza transformadora de la igualdad frente a la violencia de género, de la que hablará la profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad de Granada Ana Rubio, son otros de los asuntos que se abordarán en este congreso.
En él también se debatirá sobre el papel de la educación y la comunicación, la reeducación y reinserción de los agresores, y la accesibilidad a los recursos por parte de mujeres víctimas con discapacidad auditiva.
Alonso ha presentado también hoy, junto con la presidenta y la vicepresidenta de FESORD CV, Carmen Juan y Carolina Galiana, respectivamente, la adaptación a la lengua de signos de la "Guía informativa sobre los derechos asistenciales de las víctimas de la violencia de género" y de la guía "Menores expuestos a violencia de género".
"Hemos constatado una realidad que debemos cubrir de manera urgente y es la situación de especial vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres víctimas de violencia de género con alguna discapacidad auditiva", ha afirmado la diputada provincial.
Y ha añadido: "Estas mujeres deben poder acceder a los materiales y recursos que se ofrecen desde las administraciones públicas y, por tanto, consideramos que cualquier publicación que en torno a la violencia de género se haya editado por la Diputación quedaría 'incompleta' si no contemplase como público objetivo a todas las mujeres, con o sin discapacidad".
Por su parte, la presidenta de FESORD ha calificado de "tremendo éxito" esta iniciativa que, según ha dicho, "supone un importante paso hacia la integración de las personas sordas", al tiempo que da mayor visibilidad a la lengua de signos.
También ha destacado la importancia de que las administraciones públicas colaboren con las asociaciones para impulsar este tipo de actividades.

Expertos analizan los efectos de la ley de violencia de género tras una década de vida


Se van a cumplir ahora diez años desde que se aprobara en España la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que nació con el objetivo de legislar y penalizar las conductas denigrantes, tanto físicas como psíquicas, hacia las mujeres por parte de sus parejas o exparejas. Desde entonces hasta ahora han sido miles los casos judiciales abiertos, aunque las cifras siguen dejando datos desalentadores, con 49 mujeres asesinadas en lo que va de año, según el dato facilitado desde la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Dos Hermanas.
Precisamente, en este marco este viernes se ha celebrado en la ciudad nazarena una conferencia sobre la problemática de la violencia de género, organizada por la formación política de Ciudadanos en Dos Hermanas. A la cita, que ha tenido lugar en el salón de actos de la Casa del Arte, ha asistido como conferenciante invitado el abogado y eurodiputado de Ciudadanos, Javier Nart, junto al Juez sustituto adscrito a la Audiencia Provincial de Sevilla, Lorenzo Pérez, y la presidenta de la Asociación de Víctimas de la Ley de Violencia de Género (Avilegen), Inmaculada Ocaña, que fueron presentados todos por el coordinador local de Ciudadanos, Manuel Varela.
Durante su intervención, Nart ha analizado los pormenores de una ley que no considera como violencia, por ejemplo, la ejercida «por una mujer sobre otra mujer», pese a que «estadísticamente, la violencia es del hombre». El eurodiputado de Ciudadanos ha reconocido que, en ocasiones, la justicia que se imparte en estos casos es «defensiva» y ha abogado, más bien, por «el propio sentido común y la equidad» de la que se aleja en ocasiones la ley.
Por su parte, Inmaculada Ocaña ha ofrecido el punto de vista que representan las víctimas de esta ley de violencia de género que constituye «una cuestión política y no jurídica», al existir una «maquinaria destructiva» en todo este asunto. En este sentido, Ocaña ha denunciado que los puntos de encuentros «carecen de personal cualificado», mientras que la mediación familiar no funcionará «hasta que no haya una igualdad real entre los progenitores».
El turno de intervenciones lo ha cerrado el juez Lorenzo Pérez, que ha aprovechado su charla ante los asistentes para narrar su experiencia personal como profesional en casos de violencia de género. «Al principio la ley me pareció un disparate, con su aplicación he visto abusos, aunque también era necesaria una ley integral de este tipo», ha asegurado Pérez al explicar que existen «ciertos errores» al aproximarse a los delitos, ya que cuando los casos llegan a los juzgados ya ha habido una «fase anterior en la que no intervenimos, la del ámbito familiar, y que dificulta luego las pruebas, tanto a favor como en contra».
En cuanto a los posibles «abusos» realizados con la ley, el juez ha reconocido que se ha topado con «denuncias falsas, pero también con muchas verdaderas» y ha asegurado que «la ley no es tan mala, pero con aspectos mejorables, aunque se ha hecho un abuso, amparada en la justicia defensiva».