domingo, 30 de septiembre de 2012

Condenado en Mérida por maltratar a su pareja aunque ella no quiso denunciarle


por Ángela Murillo

El pasado 12 de junio, Raimundo fue condenado por maltratar a su pareja, Edurne. Lo llamativo de este caso es que la mujer no había denunciado a su pareja, ni siquiera pronunció una palabra contra él delante del juez. Fue el Ministerio Fiscal el que, al tener conocimiento de los hechos, interpuso una querella para iniciar el proceso penal contra el ya declarado maltratador.
La sentencia dictada en un rápido por el Juzgado de lo Penal 1 de la capital autonómica le condenó como culpable de un delito de violencia de género a diez meses de prisión, con inhabilitación especial para sufragio pasivo durante el mismo tiempo, prohibición de tener y portar armas durante dos años y un mes, prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo y donde quiera que ésta se encuentre a una distancia inferior a quinientos metros, así como prohibición de comunicarse con ella a través de cualquier medio durante dos años y seis meses.
Al ser extranjero, la pena de prisión fue sustituida por la expulsión de España, territorio al que no podrá regresar por un periodo de diez años.  
Disconforme con la resolución, Raimundo  recurrió la sentencia a la Audiencia Provincial de Badajoz. Alegaba que la prueba principal utilizada para condenarle en primera instancia fue tenida en cuenta de forma errática. La prueba fundamental del proceso fue el testimonio de un testigo directo de los hechos. Una persona que vio cómo el acusado propinó a la víctima una bofetada en la cara, un empujón con el pie, para terminar arrojándola contra la vitrina de su establecimiento. Para reforzar esta prueba se utilizó la declaración del hermano de Edurne, quien al llegar a casa vio a su hermana llorando y quejándose de dolor de espalda. 
En todo momento ella se negó a declarar o responder preguntas durante el juicio, acogiéndose a su derecho de no declarar al ser pareja sentimental del acusado,  por no querer actuar contra su pareja.
Finalmente, la Audiencia Provincial no tuvo en cuenta las alegaciones del condenado, al considerar probados los hechos juzgados en primera instancia y correcta la valoración de la prueba y, por tanto, la pena impuesta.  
En conclusión, un maltratador puede ser condenado por la Justicia aunque la víctima no haya denunciado los hechos. Al igual que en los delitos sexuales, el Ministerio Fiscal tiene la potestad de iniciar el proceso interponiendo una querella para perseguir un delito privado. Ni siquiera el perdón del ofendido extingue la acción penal ni la responsabilidad. Aunque Edurne hubiera perdonado a su maltratador expresamente, el proceso penal hubiera seguido igualmente. Como así fue.

viernes, 21 de septiembre de 2012

“Si los medios cambiasen el discurso sobre las mujeres no habría violencia de género”


Pilar López Díez, periodista y experta en el tema, analiza el tratamiento del caso Bretón -el padre que asesinó a sus dos hijos, Ruth y José- en los medios de comunicación. En esta larga entrevista también aborda el papel del periodismo en la prevención de la violencia y los mitos de la cultura popular que reproducen la subordinación de las mujeres.

Patricia Reguero Ríos -- Feminicidio.net -- 12/09/2012

España, Madrid - “Faltan artículos de opinión que cambien 180 grados el análisis de los hechos de violencia de género -no nos contentamos con que se diga que asesinó por venganza y despecho- y faltan artículos de opinión sobre la necesidad de asegurar la libertad de las mujeres en cualquier relación en la que se encuentren”. Así resume Pilar López Díez sus ideas después de casi dos horas de entrevista. Es Licenciada en Periodismo, Doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y autora de Los medios y la representación de género: Algunas propuestas para avanzar, La violencia contra las mujeres desde la perspectiva de género en el programa Tolerancia Cero de Radio 5 y Representación de la violencia de género en los informativos de TVE 2006, entre otros informes. Considera que en España hubo avances tangibles en el tratamiento informativo de la violencia de género gracias al trabajo de los movimientos de mujeres. Hablamos con ella del caso Bretón.

- ¿Considera que la confirmación de que los niños Ruth y José fueran asesinados por su padre puso en evidencia que todavía existe socialmente una naturalización de la violencia de género?

- Claramente, sí. Muchísimos actos de violencia que se cometen contra las mujeres -muchísimos, no todos-, son por las posiciones del patriarcado, por lo que se le ha permitido a los hombres hacer a las mujeres. ¿Se les ha permitido? ¿En pasado? No: se les permite. En presente.

- ¿Ha encontrado en los grandes medios explicaciones del caso Bretón como un crimen de violencia de género?

- He analizado alrededor de cien artículos sobre el tema y se puede decir que hay tratamientos muy distintos. Por ejemplo, en La Vanguardia del 27 de agosto del 2012 leemos: “El tesón de una madre da un vuelco a la investigación”. Reconoce lo que todo el mundo sabe que Etxeberria (el perito forense externo quien demostró que los huesos eran de dos niños) había sido contratado por la familia materna. En cambio, El País del día 30, en la página 4 del suplemento del domingo dice: “Una casualidad cambió el rumbo de los acontecimientos con la intervención de dos paleontólogos a mediados de agosto”. Aunque el reportaje firmado por Luis Gómez y Manuel J. Albert termina bastante bien, los periodistas afirman que es “una casualidad” lo que ha hecho dar un vuelco a la investigación: no reconocen los méritos de las mujeres, en este caso de una madre que pide dos informes más.

- Si los medios de comunicación cambiasen el discurso sobre las mujeres y respetasen a las mujeres y a lo femenino de la misma forma que respetan a los hombres y a lo masculino, y si, además, la educación fuera igualitaria, no habría violencia de género. Con actuaciones de este tipo se fortalecen las ideas de la supremacía masculina, que son, precisamente, las que a un hombre mediocre, como Bretón, les dan alas para imponerse cueste lo que cueste y mate a sus hijos.

LOS MEDIOS NO SON PLURALES: EXCLUYEN LAS IDEAS FEMINISTAS

- Entre los artículos claramente posicionados está el de Miguel Lorente, Paternidad Criminal, un experto en la materia. ¿Hay resistencias en los medios a analizar la información desde una perspectiva de género?

- Sí, no está presente un análisis feminista que dé claves a la audiencia sobre por qué se producen estos asesinatos. El principal objetivo de los medios es formar, informar y entretener, y, como dicen los estatutos de la BBC, por este orden. Aquí niegan totalmente que los medios de comunicación tengan que formar. Y, ¿qué son las televisiones privadas? Son concesiones administrativas: unos individuos que ganan mucho dinero porque el Estado les ha cedido unos derechos de explotación. Por tanto, al Estado le podemos demandar que exija a los medios de comunicación, por lo menos, que sean plurales. Y no son plurales porque excluyen a quienes tienen ideas feministas.

- ¿Cree que ese ocultamiento de la perspectiva de género se hace de forma consciente?

- Totalmente. Si estuviese hablando hace quince años, diría que no. Por ejemplo, desde el año 2002, y hace diez años de esto, RTVE publicó un decálogo sobre violencia contra las mujeres en los medios de comunicación, con un artículo que firmo, donde se recoge que se pueden hacer dos formas de periodismo: un periodismo plural, respetuoso con todas las personas, y uno cargando las culpas, como hace la sociedad patriarcal, siempre sobre las mujeres.

- Una de las impresiones es que en el tratamiento de la violencia de género de mujeres maltratadas por su parejas o exparejas ha habido un cambio muy grande, pero no así en otro tipo de violencia de género, como los feminicidios vinculados o los feminicidios por prostitución. ¿Se ha quedado corto el trabajo de sensibilización?

- Los grandes cambios sociales son progresivos: hace veinte años, ninguna feminista de España hubiera pensado que la portada de un periódico de ámbito nacional publicaría a cuatro columnas el asesinato de una mujer a manos de su marido. Y, sin embargo, haciendo hemeroteca compruebas que más de un periódico lo ha hecho y más de un telediario ha abierto con un caso de violencia de género. Lo que ocurre es que los medios avanzan poco a poco; mucho más lentamente que la sociedad. Hoy creo que ya no es posible dar marcha atrás y callarse los casos de violencia en relaciones de pareja, sobre todo porque estos hechos están consolidados en las rutinas productivas de los medios. Sin embargo, tienes razón cuando echas en falta que se informe sobre los feminicidios de relación (recuerdo un caso, aquel en que un asesino, en Mallorca, en 2005, mató a una mujer porque esta trató de defender a una mujer discapacitada).

- Los medios de comunicación deberían dar un paso adelante, asumir un mayor compromiso categorizando como violencia de género también cuando un prostituidor mata a una prostituta (como sabemos que pasa). Y no hay que olvidar que es una deficiencia de la Ley contra la Violencia de Género que no contempla el asesinato de una prostituta como violencia de género ni el de una estudiante que se niega a pasar los apuntes a un compañero, quien termina asesinándola (este hecho pasó hace unos años en la universidad SEK, en Segovia). Ni, por supuesto, los casos de los niños Ruth y José.

- A raíz del caso Bretón se han visto reportajes sobre padres y madres que asesinan a sus hijos. Pero: ¿matan los padres a sus hijos por las mismas razones que lo hacen las madres?

- Lo que hay que hacer es tratar por todos los medios de que la gente que hace la información tenga formación. Los periodistas que dicen que es lo mismo un asesinato de un hijo o hija cometido por un padre que uno cometido por una madre, lo único que tienen que preguntarse es algo que siempre dice Lorente: cuál es la intencionalidad del padre y cuál la de la madre. Son distintas. La intencionalidad de Bretón es someter, hacer cambiar de opinión a la madre para que siga con él, ni siquiera es hacer daño. Bretón asesina a su hija y a su hijo para decir: “tú vas a seguir toda tu vida controlada por mí; toda tu vida te vas a acordar de mí”. La intencionalidad en las mujeres no tiene nada que ver. Una mujer no mata para controlar y someter al marido; en los casos excepcionales de mujeres parricidas la intencionalidad se ha visto que puede ser evitar el sufrimiento de los niños en manos de un padre como Bretón.

LOS MITOS QUE REPRODUCEN LA SUBORDINACIÓN DE LAS MUJERES

- Uno de los mitos de la violencia de género es el que se considera que el maltratador puede ser un buen padre. Otro mito que menciona en su libro ‘Deporte, mujeres y medios de comunicación’ es el de la supuesta rivalidad entre mujeres. ¿Qué otros mitos difundidos por los medios sirven de cimiento al patriarcado?

- La vida de las mujeres en esta sociedad está asentada sobre mitos. Las mujeres basan su felicidad en mitos: encontraré (porque todas lo creen así) a un hombre que me querrá, que me apoyará, con el que tendré hijos que él querrá...Y estas ideas, a fuerza de ser repetidas y repetidas, anidan en las mentes de las mujeres menos avisadas. Porque lo que es cierto es que las mujeres no están avisadas. Ruth no estaba avisada. Es hoy cuando les dice a sus hijos, Ruth y José, que no tuvieron padre; porque hoy sabe que él los asesinó. Las masas, las mujeres normales y corrientes no están avisadas, que para mí es un término que deberíamos utilizar muchísimo más: hay que avisar a las mujeres de con quién se relacionan.

- La cultura popular y también los medios de comunicación, especialmente los audiovisuales, presionan a las mujeres para que encuentren un hombre que supuestamente las quiera. Es decir, las mujeres, las chicas jóvenes deberían estar avisadas de que pueden encontrarse con maltratadores, aupados sobre la base de una masculinidad prepotente y misógina, que son las características de la personalidad de los maltratadores, que son individuos que piensan en él, en él y solamente en él. Hay que avisar a las chicas jóvenes y a las mujeres que tienen conciencia de hembra, es decir, que conciben su proyecto de vida en función de dar y preservar la vida, nutrir y apoyar, que por su bien y el de sus hijas e hijos, tienen que estar alertas. Y esto solo se puede hacer masivamente, desde los medios de comunicación.

- ¿Y desde las instituciones?

- No podemos pedir a las niñas de 13 años, cuando empiezan a tontear con niños, que vayan a la biblioteca a leer un libro de teoría feminista para ver qué se esconde detrás del amor romántico…Ni a una mujer de 25 años, ni de 30 ni de 50. El papel de avisar, es decir, de formar a la ciudadanía, corresponde a los medios de comunicación. Las instituciones tienen para mí otro papel que es fundamental, y ahí tenemos que hablar del Consejo Audiovisual Estatal, de un consejo independiente audiovisual, que tenga como misión enfrentarse a los intereses económicos de los medios de comunicación y construir otros contenidos que ayuden a las personas a ser más libres.

- ¿Qué está pasando en RTVE (la televisión pública)? ¿Hay censura con el gobierno actual del Partido Popular?

- Si hiciésemos un análisis de los informativos de antes y otros de los de 15 días después del cambio de responsables de informativos, veríamos que han habido cambios en los contenidos: ahora hay muchos más sucesos (cuidado, la violencia masculina contra las mujeres, no es un suceso). Censura ha habido siempre y yo confío en que pese a ello se sigan haciendo algunas cosas bien, como es seguir manteniendo la presión contra los maltratadores, informando y haciendo debates interesantes, plurales, que avisen a las mujeres.

- He estado toda la vida preocupada con los contenidos de la televisión, tanto pública como privada, pero especialmente la pública, por su función de servicio público. Confío en que la profesión periodística se siga formando en igualdad y, así, mejoren los contenidos. Creo en el cambio de conciencia de la profesión periodística sobre la base de conocimiento.

La crisis rompe la tendencia y las denuncias por violencia de género caen cerca del 15%


Desde la creación del Observatorio de Violencia de Género y de los juzgados de violencia sobre la mujer, jueces e instituciones han aplaudido los resultados de la lucha contra una de las lacras el siglo XXI. La cruzada emprendida desde distintos ámbitos contra los malos tratos daba sus frutos y el número de denuncias que empezó a crecer de forma vertiginosa, evidenciaba que la también denominada violencia machista comenzaba a aflorar y dejaba de ser un problema escondido y en muchas ocasiones avergonzante para quien lo sufría.
La crisis ha desterrado hoy ese optimismo y por segundo año consecutivo el número denuncias baja. En La Rioja, en el 2011 se registraron un 14,66% de denuncias menos que en el 2010. Lejos de ser una buena noticia, los jueces y el propio Observatorio alertan de este preocupante descenso asociado a la crisis. Es más, muchos ven en este decremento una consecuencia perversa de la dependencia económica de muchas mujeres respecto de sus agresores.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, Ignacio Espinosa, no descarta que éste sea uno de los efectos colaterales de la crisis, que se sigue haciendo notar en los órganos judiciales de esta comunidad. Así lo ponen de relieve los datos que ayer expuso al presentar la Memoria del 2011. Por ejemplo, el Juzgado de lo Mercantil regresa a los niveles del 2009. El pasado año ingresó 52 procesos concursales (un incremento del 13,6%). A uno de septiembre pasado continuaban vivos 142 concursos.
En Menores, el número de casos subió un 17,55%. En Familia, la Memoria revela un repunte de divorcios y separaciones desde la caída que se registró en el 2009, también como consecuencia de la crisis.
El presidente del TSJR también se refirió a los juicios rápidos, en los que «hemos pasado de ser de los territorios que no llegaban a la media nacional del 15% a ser la cuarta comunidad en celebrar este tipo de juicios detrás de Canarias, Andalucía y Navarra.
En conjunto, en todos los órganos riojanos entraron 45.629 asuntos, un 10,64% menos que en el 2011. Una bajada que, tal como expuso Espinosa, se registró en todas las jurisdicciones, salvo en la de lo Contencioso-Administrativo. Otro dato destacable es que por segundo año consecutivo se resuelven más casos de los que entran. El resto de tasas -resolución, pendencia y congestión- son «buenos» y coinciden con los de la media nacional. En cuanto a la litigiosidad «seguimos siendo el territorio con menos asuntos ingresados por cada 1.000 habitantes».
Espinosa también se refirió a las obras del Palacio de Justicia, que cumplen los plazos, y al nuevo mapa judicial del el CGPJ, que propone la eliminación de los juzgados de Calahorra y Haro. De este último dijo haber planteado los pros y los contras en un informe que aprobó la sala de Gobierno del TSJR. En cualquier caso, será el Ministerio quien tome la decisión, dijo.

La Fiscalía propone que los asesinos machistas pierdan la pensión de viudedad con efectos retroactivos a la imputación


La Fiscalía de Sala Delegada Coordinadora contra la Violencia sobre la Mujer propone las reformas legislativas oportunas para establecer, "sin lugar a dudas", que los condenados por asesinar a su pareja o expareja pierdan la condición de beneficiarios de una pensión de viudedad con efectos retroactivos al momento en que se comete el hecho objeto de condena.
"Resulta inconcebible que una persona que quita la vida a su cónyuge, ex cónyuge, pareja o expareja, pueda beneficiarse de la pensión de viudedad durante periodos a veces muy largos, hasta que es declarado culpable por sentencia firme, periodos que, incluso, podrían ser ampliados con maniobras dilatorias del procedimiento por parte del imputado", alerta el Ministerio Fiscal en su 'Memoria 2012', que recoge Europa Press.

   Según explica, la "interpretación literal" de legislación actual lleva a la conclusión de que sólo en el momento en que sea declarada firme la sentencia condenatoria, se produciría la pérdida de la condición de beneficiario de dicha pensión. Sin embargo, la Fiscalía advierte de que esta lectura "lleva de nuevo al absurdo" de permitir que el culpable obtuviera beneficios económicos como consecuencia del delito cometido, lo que, a su juicio, "sería perverso y contrario a la prevención general".

   Para esta institución, la "interpretación lógica" de la norma, debería llevar a entender que la pérdida de la condición de beneficiario se retrotrae al momento de la comisión del hecho, y por ello, la Administración debería suspender el pago de aquellas cantidades, desde el momento en que conste en este procedimiento una imputación fundamentada, a fin de evitar que el derecho a la restitución de las cantidades indebidamente abonadas (art. 45.2 de la Ley General de la Seguridad Social), se convierta en "papel mojado".

   Por todo ello, también propone, para garantizar la actuación de la Administración en relación a la suspensión cautelar del abono de la prestación, que se modifique el Real Decreto 95/2009 a fin de incluir entre las funciones del encargado del Registro Central de Víctimas de Violencia Doméstica y de Género la de comunicar al INSS, al Instituto Social de la Marina y a la Dirección General de Costes de Personal y Pensiones Públicas del Ministerio de Economía y Hacienda la información relativa a los procedimientos en los que se haya acordado la prisión provisional y la de aquellos terminados por sentencia condenatoria, aun cuando no sea firme.
"NO HAN DENUNCIADO, NO LAS PODEMOS PROTEGER"

   El Fiscal de Sala Delegada Coordinadora contra la Violencia sobre la Mujer destaca también en la Memoria de 2012 el "preocupante" número de mujeres asesinadas que no han denunciado a sus agresores, ya que de los 65 casos de muerte por violencia de género en 2011, la mayoría (49) no habían interpuesto denuncia alguna. "No han denunciado, no hemos podido protegerlas", lamenta el Ministerio Fiscal.

   El bajo número de denuncias es un aspecto que se repite todos los años, pues en el último lustro el 70 por ciento de las víctimas mortales no acudió a la Policía. Pese a ello, la Fiscalía considera "sorprendente" el dato y subraya que "el fallecimiento de una mujer a manos de su pareja es el último acto de una espiral de violencia que durante sus vidas han padecido, y lo han sufrido en silencio". 

   Así, este organismo señala la necesidad de insistir en "concienciar" a las mujeres que padecen estos atentados a sus derechos fundamentales que "el camino" para terminar con ellos se inicia pidiendo ayuda a las Instituciones para que puedan actuar, "protegiéndolas y prestándoles la asistencia necesaria y sancionando al autor".

   Respecto al descenso del número de asesinadas por violencia de género en España en 2011 (65) respecto al año anterior (79), la Fiscalía pide que esta cifra no debe interpretarse "en clave de triunfalismo", si se tiene en cuenta que 65 mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas "se alza como cifra alarmante" en un país que, a su juicio, "lucha contra este fenómeno brutal y persistente".

Desmontando mitos: Sólo el 4% de los asesinos machistas estaba bajo la influencia del alcohol

Friday, 21 de September del 2012 / NACIONAL
Sólo el 4% de los condenados por crímenes de violencia machista estaban bajo la influencia del alcohol o las drogas. Así se extrae del estudio del Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre las sentencias dictadas en 2010 por Audiencias provinciales y el Tribunal del Jurado.
El estudio, presentado hoy por la presidenta del Observatorio, Inmaculada Montalbán, ante el Pleno del CGPJ, desmonta el mito, aún aceptado socialmente, de que los hombres que matan a sus parejas o exparejas lo hacen como consecuencia de una adicción. Tampoco las alteraciones psíquicas justifican estos asesinatos. En total, "sólo en un 12% de las sentencias estudiadas concurrió alguna de las circunstancias vinculadas con la adicción al alcohol, drogas o alteraciones psíquicas", reza la nota enviada por el CGPJ. "En el 88% no se produjo ninguna de estas circunstancias", añade el comunicado.

En total, el análisis se ha realizado sobre 43 sentencias de homicidio o asesinato; 39 de ellas referidas a violencia de género y cuatro a violencia doméstica, donde la mujer fue autora del crimen. En el 100% de estos últimos casos, la autora del delito había sido agredida previamente por parte de la víctima varón. Del total, el 93%  de las sentencias (40 de las 43 estudiadas) fueron condenatorias.

En el 33 de las 43 sentencias analizadas, es decir, en un 77% de los casos, "concurrió la agravante de parentesco". De hecho, en 31 casos, la relación de pareja se mantenía en el momento del crimen y en siete de cada diez ocasiones, los hechos se produjeron en el domicilio familiar.

Además, las víctimas habían anunciado su intención de separarse poco antes de su muerte en 11 casos, "lo que indica que la advertencia de ruptura constituye un factor de riesgo", advierte el CGPJ. En cuanto al número de denuncias previas, éstas se habían producido también en 11 casos.

En cuanto a la conducta del autor del crimen, un 35% se entregó voluntariamente a las autoridades, un 33% negó los hechos y un 12% intentó huir. El intento de suicidio protagonizó el 7% de los casos y en una sentencia (un 2% de las analizadas) el autor permaneció en el lugar del crimen, según el informe del CGPJ. El instrumento más utilizado fue el arma blanca (44% de los casos).
La víctima: mujer, española, con hijos

Según el estudio, la mayoría de las víctimas de los 43 asesinatos u homicidios analizados fueron mujeres (la mayoría de los crímenes se refieren a violencia de género), de entre 46 y 65 años y mayoritariamente españolas.

Así, de 38 sentencias que reflejan la nacionalidad de las víctimas, 27 eran españolas y 11 extranjeras. En cuanto a los sentenciados, de 42 análisis, 27 eran españoles y 15 extranjeros.

Por edades, al 32% de víctimas de entre 46 y 64 años, siguen las mujeres de entre 18 y 30 (29%), entre 31 y 45 (21%) y, por último, las de más de 66 años, que representan el 18% de las asesinadas.

Además, en el 77% de los casos, "la víctima mortal tenía hijos o hijas". En cinco casos, además, los menores estaban presentes en el momento del asesinato.

Teléfono de atención a víctimas de violencia de género: 016 (Es gratuito y no deja rastro en la factura telefónica)