jueves, 24 de noviembre de 2016

¿Ha venido Ángela?


Una iniciativa de bares ingleses para proteger a las mujeres acosadas se hace viral en todo el mundo. Desde España aplauden la campaña.

Has quedado en un bar de moda con un hombre a quien conociste en una plataforma de contactos por internet. Os reconocéis por el libro de poemas que llevas a la vista, tal como acordasteis, y por su bufanda a cuadros. Os saludáis con cierta timidez y comenzáis a charlar sentados a una mesa. A los cinco minutos descubres que no es el hombre de tu vida. A los diez, que te va a costar darle esquinazo. A los quince lamentas haber venido, y a los veinte te preguntas cómo vas a salir del fregado en que te has metido. Si vives en el condado inglés de Lincolnshire lo tendrás más fácil: simplemente dirígete a la barra con cualquier excusa y pregunta por Ángela.
Los campus universitarios y el lugar de trabajo suelen ser los escenarios más vinculados a los abusos sexuales en el Reino Unido, pero los bares son otros espacios públicos en los que las mujeres deben enfrentarse con frecuencia a estas amenazas. El alcohol convierte a muchos hombres en seres babosos y faltones, incapaces de aceptar un no por respuesta; otros ya vienen con esta tara de serie, sin necesidad de tomarse dos copas. Para muchas mujeres, quedarse solas en un bar o citarse en él con un apuesto príncipe que ha salido rana supone cuando menos una incomodidad, y en los peores casos significa afrontar situaciones comprometidas de las que les costará salir indemnes. En vísperas del Día Internacional contra la Violencia de Género, que se celebra mañana, el condado inglés de Lincolnshire acaba de poner en marcha una singular campaña para ayudarlas a lidiar con borrachos agresivos, moscones de barra y casanovas contumaces.
«¿Tu cita no transcurre como debería? ¿El contacto en las redes sociales con el que has quedado no es quien decía ser en su perfil? ¿Percibes que estás en una situación de riesgo? ¿Sientes que todo está resultando un poco extraño? Si te acercas a la barra y preguntas por Ángela, el personal entenderá que necesitas ayuda para salir de la situación y llamará a un taxi o te ayudará discretamente y sin mucho escándalo». Este mensaje destaca en un póster instalado en los servicios femeninos de decenas de bares y pubs ingleses, que ya se ha hecho viral en todo el planeta. 'Pregunta por Ángela' forma parte de la campaña #NoMore (Nunca Más) del Consejo de Lincolnshire, en coordinación con las autoridades policiales, para hacer los establecimientos hosteleros más seguros y respetuosos con las mujeres.
«Algunos pubs de la zona habían comenzado a difundir por iniciativa propia entre sus clientas el mensaje de que, si sus citas no iban como debían, el personal les ayudaría a salir del paso y llamaría a un taxi. Nos pareció una gran idea y pensamos que lo ideal sería hacerlo de una forma más organizada», explica la coordinadora de estrategias contra el abuso de alcohol y drogas y la violencia sexual del condado, Hayley Child. «Si bien es cierto que el alcohol no es el culpable de los asaltos sexuales, en la mitad de los casos los agresores lo usan como excusa», añade Jessica Raven, de Acción Colectiva para los Espacios Seguros, un organismo copartícipe en el lanzamiento de esta campaña. Esto sitúa al personal de los bares en una posición privilegiada para intervenir.
Depredadores al acecho
«Me parece genial, divino, yo les felicitaría», aplaude la feminista Blanca Estrella, presidenta de la Asociación Clara Campoamor. «Deberíamos importar esta medida. Y hacer un listado público de los establecimientos que se suman a ella, e incluso poner en la puerta una pegatina para que las mujeres sepan a qué empresarios de hostelería les preocupa su seguridad, a qué locales pueden acudir con esa garantía de que van a ser protegidas de posibles agresores. Nuestros bares son espacios seguros, no hay que ser alarmista; pero aunque no son lugares de riesgo, sí pueden ser lugares donde se inicia el riesgo. El agresor es un depredador que acecha en el bar a su presa, ve si sale sola o acompañada y empieza la caza».
La campaña es original, pero no es la primera ni la única. En Washington DC, un programa similar denominado 'Bares Seguros' involucra al personal de locales de copas, restaurantes y clubes nocturnos para afrontar y prevenir este tipo de incidentes. En cambio, no se conocen iniciativas parecidas en España, donde la información y el asesoramiento sobre violencia de género se canalizan principalmente a través del teléfono 016. Este servicio, que gestiona el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, atiende cada día 300 llamadas en todo el territorio nacional. A través de este número de marcación abreviada gratuito, anónimo y confidencial, las afectadas reciben asesoramiento permanente y, si el caso lo requiere, ayuda policial inmediata. «La idea de Lincolnshire nos parece interesante, pero lo más importante es que las propias víctimas y las personas de su entorno sean capaces de percibir que están sufriendo una forma de violencia de género y se animen a denunciar», expone Ziomara Hernando, coordinadora de este servicio. «Es fundamental la detección temprana de estas situaciones, para que las víctimas puedan recibir apoyo. Por eso nos volcamos en campañas de concienciación como 'Hay Salida', que busca que la sociedad se involucre y participe».
El año pasado, el teléfono 016 recibió 81.992 llamadas, la cifra más alta desde la puesta en marcha del servicio, en septiembre de 2007. Más del 70% de estas comunicaciones fueron realizadas por la propia mujer amenazada; una de cada cuatro, por familiares o allegados, y apenas un 2,7% del total por otras personas, lo que pone de manifiesto que la sociedad es renuente a percibir o afrontar estos abusos. La estadística muestra algunas curiosidades, como que el lunes es el día en que más llamadas se atienden, y el sábado y el domingo los que menos; que el mayor pico se produce al mediodía, o que los meses en que más consultas se registran son los de otoño.
Un cerco de solidaridad
Aunque la campaña 'Pregunta por Ángela' es modesta y voluntariosa, de alcance puntual y limitada a los bares, la magistrada granadina Inmaculada Montalbán, que presidió el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género entre 2008 y 2013, la considera «una buena iniciativa. Este tipo de campañas preventivas que intentan evitar formas de acoso o agresión son necesarias y útiles -alaba-. Hay que insistir en la línea preventiva: las actuaciones que crean un cerco de solidaridad en torno a las mujeres, ya sea en sus espacios profesionales o de ocio, son siempre positivas».
En su opinión, la sociedad española ha dado un gran paso en los últimos años para identificar la violencia contra las mujeres y, en general, decir no al machismo. «Nos enfrentamos a comportamientos heredados a lo largo de siglos y que responden a una desigualdad histórica que ha determinado una posición de autoridad y poder del ámbito masculino frente a la mujer. Todavía hoy persisten diversas formas de resistencia a que las mujeres ejerzan sus derechos. Indudablemente, los estereotipos sexistas se mantienen y siguen circulando, incluso en ámbitos que deberían estar muy controlados, como las escuelas e institutos. Por eso es tan importante intervenir en el aprendizaje de nuestros jóvenes para detener esa socialización desigualitaria, que responde a intereses patriarcales. El reto está en la educación, intentar que en las escuelas se conozca cuál es la causa última de la violencia de género. Que no son los celos, ni el alcohol, ni las drogas, sino la desigualdad y el afán de dominio del agresor».
Muchas españolas en riesgo potencial de ser maltratadas -10.887, según el recuento correspondiente al pasado año- reciben una protección más tangible que la que brinda el 016 y más profesional que la que ofrecen los camareros ingleses a sus parroquianas en apuros. Se encarga de prestarla Atenpro, servicio gestionado por la Cruz Roja, a través de un teléfono de asistencia dotado de una aplicación telemática que tiene a estas mujeres permanentemente localizadas y capacitadas para pedir socorro. En realidad, apenas el 1% de las llamadas enviadas son de prealarma o peligro; la inmensa mayoría demandan apoyo, acompañamiento o consejos. María Abengózar, su coordinadora, se suma al aplauso general a la iniciativa de los hosteleros británicos. «Cualquier acción encaminada a proteger a las mujeres en situación de riesgo me parece bien, otra cosa es que se quede solo en eso. Campañas como 'Pregunta por Ángela' pueden ayudar a sensibilizar a la sociedad», valora. «En España, los mayores avances contra la violencia de género se están dando precisamente desde el lado del apoyo a las víctimas y la sensibilización social de que esto es un problema que nos atañe a todos». Y a todas: los datos dejan claro que las afectadas proceden de las más diversas clases sociales, edades, formación académica, estado civil y número de hijos. Todas preguntan por Ángela.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Amplían la violencia de género a mujeres fuera de la pareja


Todos los grupos del Congreso han aprobado en la Comisión de Igualdad ampliar la definición de violencia de género a las agresiones que sufre la mujer fuera de la pareja y a las menores de edad

La iniciativa de Podemos ha salido adelante mediante una transaccional con todos los grupos en la que se insta al Gobierno a evaluar los doce años de vigencia de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género para actualizarla y mejorarla, en lo que participarán las comunidades autónomas y organizaciones de apoyo a las víctimas.

Con ello, se adecuará a lo exigido por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la mujer y el Convenio del Consejo de Europa sobre la Prevención y Lucha contra la Violencia contra la Mujer y la Violencia Doméstica (Convenio de Estambul) ratificado por España.

La proposición no de Ley, defendida por Podemos, urge a analizar los recursos públicos y el impacto de todos los planes, programas, servicios y prevención de violencia machista dependientes del Estado junto con las administraciones locales y autonómicas y en cooperación con las organizaciones especializadas.

Dicho informe deberá hacer una valoración de necesidades y recursos y se presentará para su debate en la Comisión en el plazo máximo de tres meses.

Además, los grupos piden revisar los criterios de distribución de los recursos presupuestarios destinados a la lucha contra la violencia de género entre las comunidades y crear un grupo de trabajo para abordar en tres meses tanto la reforma como la evaluación.

Por último, solicitan la celebración lo antes posible del pleno del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer, que incluya en su orden del día la revisión de las medidas implantadas por la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 en materia de prevención de violencia de género.

La encargada de defender la proposición de Podemos, Ángela Rodríguez, ha explicado que la violencia doméstica va más allá de las agresiones de un hombre sobre su pareja y ha señalado que la ley actual en este momento es "completamente ciega y no soluciona este problema preocupante".

Desde el PP, Ángeles Isac ha mostrado su "total adhesión" porque la sociedad está reclamando a todos los partidos que hagan lo que esté en sus manos para combatir "esta lacra que tanto daño esta haciendo".

También la portavoz de Ciudadanos Marta Martín ha coincidido en que la definición de violencia de género es poco precisa en España y debe incluir otras agresiones que actualmente no contempla.

La diputada del Grupo Mixto Lourdes Ciuró ha apelado a la necesidad de evaluar el impacto que ha tenido la normativa española desde su aprobación en 2004 porque es necesario mejorarla.

Sin embargo, la socialista Ángeles Álvarez ha defendido esa ley, que ha reducido de 74 a la mitad las mujeres fallecidas a manos de su pareja, por ser la "más ambiciosa a nivel mundial", y ha justificado impulsar ciertos cambios legislativos de esta ley sin "abrirla en canal" y de otras sobre esta materia.

Por otra parte, la Comisión ha dado luz verde a una iniciativa del PSOE y Podemos a través de una transaccional con todos los grupos para desarrollar un plan de actuación integral que garantice una mayor protección a las niñas y mujeres en riesgo de sufrir mutilación genital femenina.

En ese plan estarían involucrados, además de las distintas administraciones, representantes de las víctimas, así como asociaciones, mediadoras y ONG..

sábado, 30 de julio de 2016

Los jueces podrán anular las visitas a hijos de condenados por maltrato El Supremo fija una nueva doctrina para preservar el interés del menor sobre el del padre

Un juez podrá suspender el régimen de visitas de un hijo con su padre condenado por violencia de género o por maltrato a otro de los hijos. El Tribunal Supremo ha fijado esta doctrina para acabar con la discrepancia que hasta ahora mantenían sobre este asunto los jueces y tribunales encargados de determinar las medidas de protección a los hijos de condenados por maltrato.
En muchos casos, los jueces hacían imperar el derecho de los progenitores a mantener el contacto con sus hijos. El Supremo ha establecido su nueva doctrina a partir de una sentencia en la que corrige a un juzgado de Algeciras y a la Audiencia Provincial de Cádiz, que establecieron visitas para un padre condenado por maltrato a su exmujer y a una de sus hijas. Las visitas que le concedieron (dos horas un día a la semana en un punto de encuentro familiar) eran para ver a su otra hija, a la que supuestamente no maltrató y solo podía disfrutarlo una vez que cumpliera la pena de prisión a la que fue condenado y documentase que se había sometido a un programa terapéutico contra la violencia.
La Sala de lo Civil de Supremo cree, sin embargo, que los jueces de Cádiz no han respetado “el interés del menor”. Los jueces basan su decisión en el artículo 94 de Código Civil, que permite al juez limitar o suspender el derecho de visita. También la ley integral contra la violencia de géneroautoriza esta restricción y el artículo tres del convenio de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y la Carta Europea de los Derechos del Niño establece como primordial la consideración del interés del menor. Los magistrados se amparan también en la última reforma de la ley del Menor, de este año, que exige que la vida y desarrollo del niño se desarrolle en un entorno “libre de violencia” y que “en caso de que no puedan respetarse todos los intereses legítimos recurrentes, deberá primar el interés superior del menor sobre cualquier otro interés legítimo”.
El Supremo advierte de que, en este caso, el padre ha sido condenado por maltrato a otra de sus hijas, por lo que los contactos con la otra niña “deben ser sumamente restrictivos” y los jueces deben “primar la cautela” ya que el riesgo es “más que evidente”. La Sala de lo Civil, en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Francisco Javier Arroyo, señala también que la condición de demostrar que el padre ha acudido a terapia debería concretar qué programa ha seguido, ante quién y quién homologa sus resultados. Los magistrados dejan la puerta abierta para que, cuando cumpla la condena, el padre pueda pedir de nuevo un régimen de visitas “con las garantías y cautelas propias que preserven el interés de la menor”.

martes, 26 de julio de 2016

Las redes sociales dan pistas sobre la violencia de género La Policía pone en marcha un nuevo test de evaluación de víctimas

La Policía cuenta con nuevas herramientas para valorar el nivel de riesgo de las maltratadas. Desde ayer está en vigor un nuevo protocolo que incorpora preguntas adaptadas a los tiempos que corren para poder detectar antes las señales del maltrato. Así, los agentes dispondrán de nuevos formularios que contemplan indicadores como el uso generalizado de internet y de las redes sociales. Además, se tendrán en cuenta las formas incipientes de violencia de género detectadas entre los adolescentes, la realidad de las mujeres maltratadas con discapacidad o la seguridad de los menores de edad a cargo de las víctimas. Se trata, en realidad, de una mejora del Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género (VioGén) del Ministerio del Interior.
Según el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz, la metodología en la que se basa este sistema «es el análisis permanente del riesgo, un estudio que analiza la peligrosidad de los maltratadores y cuantas otras circunstancias a las mujeres». Se trata, en definitiva, de hacer valoraciones de forma individualizada y continuada en el tiempo de la evolución del riesgo al que puedan estar sometidas.
En el amplio cuestionario, que puede llevar entre dos y cuatro horas de cumplimiento, se incluyen preguntas sobre los hábitos de vida o las conductas del presunto agresor. En esta reformulación se incluye también como factor de riesgo a los menores.
Seguimiento
Actualmente, VioGén cuenta con algo más de 34.000 usuarios con capacidad para interactuar con el sistema tales como la Policía y la Guardia Civil, Instituciones Penitenciarias, Policías locales y autonómicas, Consejo General del Poder Judicial, fiscales, forenses o servicios sociales y de igualdad de las comunidades autónomas.
Desde la pasada legislatura, VioGén se incorporó a los servicios sociales de las comunidades autónomas, al constatar que un colectivo importante de mujeres maltratadas no denuncia ante los servicios policiales pero sí acude en busca de ayuda a los servicios asistenciales. El objetivo es ofrecer una respuesta global y coherente pero, sobre todo, anticiparse a una situación de maltrato. Ayer, el secretario general de Seguridad, Francisco Martínez, recalcó la necesidad de seguir insistiendo en la sensibilización, prevención y educación «para acabar con la violencia desde los primeros síntomas».
Según venía constatando el Consejo General del Poder Judicial, la mayoría de las víctimas de violencia de género que habían iniciado trámites judiciales previos a su muerte contaban con una valoración policial de riesgo «medio» o «no apreciado». De ahí que recomendara que se revisasen los formularios utilizados en el Sistema de Seguimiento integral de los Casos de Violencia de Género.

Los niños, las víctimas invisibles de la violencia de género Al menos un millar de niños son víctimas de violencia de género en Aragón por ser hijos de mujeres víctimas de esta violencia.

"Voy a llevar a tu madre a un viaje del que no va a volver", le dijo Rubén Moreno al hijo de Soraya, de 6 años, unos días antes de matar a tiros a su expareja en un bar de Miralbueno en febrero. El hijo de Alexandra, de 5, convivió con la violencia doméstica desde pequeño. Hasta que su padre mató a su madre cuando le llevó al punto de encuentro familiar en la calle de Conde Aranda hace dos semanas. Ambos menores viven ahora con otros familiares y simbolizan el drama que viven cientos de menores en Aragón víctimas de violencia de género.

Los menores son las víctimas silenciosas e invisibles de esta tragedia.Desde el año pasado, cualquier niño que viva en un hogar donde una mujer es víctima de violencia de género es considerado también víctima. Según esta definición, en Aragón al menos un millar de niños son víctimas de violencia de género. Los jueces decretaron en 2015 unas mil medidas civiles dentro del marco de las órdenes de protección y/o como medida cautelar, según los datos del Observatorio contra la violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial. Estas medidas se suelen tomar cuando hay menores implicados e incluyen temas como el régimen de visitas, la pensión o la custodia.

"En julio de 2015 se modificó la Ley orgánica de Violencia de Género para incluir como víctimas a todos los menores hijos de mujeres víctimas de violencia, sean o no víctimas directas de esta violencia, sean o no testigos directos de las agresiones físicas o verbales. Por el mero hecho de vivir en un ambiente donde hay violencia ya son víctimas. Esta modificación responde a una demanda social, pero ha quedado en una mera declaración de intenciones. No ha llevado aparejada ninguna reforma penal ni más medidas de protección", explica Antonio Muñoz, coordinador del Servicio de Atención a la Mujer en el Colegio de Abogados de Zaragoza y miembro de la subcomisión de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial.

Los jueces pueden decretar diversas disposiciones de protección para las mujeres (y sus hijos) en los casos de violencia de género, como medidas de alejamiento o protección policial. El año pasado en Aragón hubo más de 20.000 denuncias por violencia de género y los juzgados aprobaron 635 órdenes de protecciónSolo en los casos más graves de violencia se suspende el régimen de visitas de los padres a los hijos. Este punto genera mucha controversia social y algunos colectivos piden que se reconsidere. El Colegio de Abogados apuesta por estudiar "caso a caso" y no limitar automáticamente la relación de los padres con sus hijos.
Lo primero, buscar a la familia

El Servicio de Atención a la Infancia del Gobierno de Aragón y la Unidad de Familia de la Policía Nacional están coordinados para atender a los menores que quedan desprotegidos en los casos más graves de violencia de género, como los recientes asesinatos de Soraya y Alexandra. El objetivo es proteger a los menores y reintegrarlos en su núcleo familiar siempre que sea posible. 

"En un primer momento, tras un caso de agresión, lo primero es proteger al menor. Si la madre está herida o ha fallecido, buscamos a algún familiar que se pueda hacer cargo de él. Lo ideal es que estén en un entorno propio. En el último caso, la familia vivía fuera y el niño pasó al servicio de protección de menores de la DGA", explica Clara Pérez, jefa de la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional en Aragón. 

El hijo de Alexandra estuvo unos días con una familia de acogida hasta que pudieron venir familiares maternos a hacerse cargo de él. "Se activó el protocolo de atención urgente de protección de menores. Para los niños menores de 6 años buscamos una familia de acogida. Para chicos mayores hay otros recursos como centros de acogida hasta que localizamos a algún familiar. Lo ideal es que estos niños puedan estar con su famiila y desde servicios sociales se les presta todo el apoyo posible", señala María José Bajén, jefa del servicio de Atención a la Infancia del Gobierno de Aragón.
Efectos psicológicos a largo plazo

A corto plazo, las instituciones trabajan para buscar alojamiento y un entorno familiar a los menores víctimas directas de la violencia de género. A largo plazo, los psicólogos advierten de los efectos que la violencia (sufrida directamente en forma de agresiones y amenazas, o como testigos) tiene sobre estos niños.

"La violencia de género provoca estrés postraumático y problemas psicológicos a largo plazo. Tanto en los que la han sufrido directamente como los que han convivido con ella. Muchos de estos niños tienen después problemas de autestima y les cuesta mantener relaciones afectivas. Se aislan y les cuesta hablar de sus sentimientos. Deberían recibir atención psicológica. Los menores son las grandes víctimas y grandes olvidadas", afirma Pilar de la Torre, psicóloga zaragozana especializada en el tratamiento a las víctimas, sobre todo mujeres y niños.

Esta psicóloga pide más protección para los menores y cuestiona los actuales regímenes de visitas. "Habría que limitar mucho más el contacto del padre violento con sus hijos. La violencia forma parte de su modo de relación. Quien es o ha sido violento con su pareja, lo puede ser también con otras personas de su entorno, como sus hijos. Habría que protegerles más directamente con fórmulas de protección reales", asegura.

AUTONOMIAS > Asturias Los sanitarios deberán remitir al fiscal los casos de violencia de género Independientemente de que la mujer desee o no presentar denuncia

El director general de Salud Pública del Principado de Asturias, Antonio Molejón, ha presentado este martes la actualización del protocolo sanitario de atención a las mujeres que sufren violencia, entre cuyas novedades se encuentra la obligación, por parte de los sanitarios, de remitir los partes de lesiones al fiscal en caso de sospecha.

En concreto, la modificación obliga a los profesionales de Atención Primaria, Atención Hospitalaria, Servicios de Urgencias y Servicios de Salud Mental a comunicar a los juzgados el parte de lesiones de la víctima cuando existan indicios de que se trata de un caso de violencia, independientemente de que la mujer desee o no presentar una denuncia. Asimismo, este dato se incluirá en la historia clínica de la paciente. Además, el concepto de violencia contra la mujer se circunscribe más allá del ámbito doméstico y los hijos de víctimas serán considerados sujetos de maltrato.

Molejón ha explicado que, en líneas generales, el protocolo ofrece pautas de actuación y herramientas para responder a la detección de un posible caso de violencia de género para el personal sanitario. Dicho protocolo existe desde 2003 y esta constituye su segunda actualización. En palabras del ex director general de Salud Pública, Julio Bruno, esta novedad se trata de una "herramienta que resuelve el dilema profesional en los casos en los que no se reconoce la violencia por parte de la mujer".

Los menores, sujetos de maltrato

Por otro lado, y en coherencia con la Ley 8/2015, que considera víctimas a los hijos menores de mujeres que padecen violencia de género, los pediatras les podrán valorar como "sujetos de maltrato". El especialista pondrá en conocimiento del profesional de medicina general la percepción de esta circunstancia, aunque el protocolo no incluye una indicación expresa de acudir al fiscal para detallar las lesiones, como ocurre con sus madres.

La directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Almudena Cueto Sánchez, ha subrayado la necesidad de coordinación entre las instituciones. "Muchas mujeres, antes de llegar a otros ámbitos de protección, se acercan a los centros de salud, a la Atención Primaria, dando señales de qué es lo que están viviendo. No podemos permanecer ciegos a ellas", ha lamentado.

El documento proporciona un marco teórico y de actuación para erradicar la violencia de género, y por primera vez este se difundirá tanto a los servicios públicos como a los centros privados y colegios profesionales. La Consejería repartirá 2.000 ejemplares físicos entre los sanitarios, además de publicar en formato electrónico este protocolo, que se pondrá en marcha este mismo mes.

lunes, 6 de junio de 2016

Crean el Premio Francisca de Pedraza contra la Violencia de Género

Crean el Premio Francisca de Pedraza contra la Violencia de Género
La Asociación de Mujeres Progresistas de Alcalá de Henares ha creado el Premio Francisca de Pedraza contra la Violencia de Género que será entregado a aquellas personas u organizaciones que se hayan distinguido por su sensibilidad y lucha por los derechos y la igualdad de las mujeres.
Francisca de Pedraza fue una alcalaína que denuncio violencia de género con sentencia condenatoria al maltratador en el Siglo XVII (1624). El premio se anunciará y entregará entorno al día 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género.
“Creemos que Francisca de Pedraza simboliza la lucha que mantenemos las mujeres por nuestros derechos, por no sufrir violencia y sobrevivir incluso a leyes que menoscaban nuestra independencia y libertad”, afirman desde la Asociación.

Sonia Chirinos: "No vamos a superar la violencia de género porque la aceptamos como algo normal"

"Las profesionales lo tenemos claro, pero a nivel social se dan por buenas muchas cosas: las sutilezas, los comentarios, los chistes... En el fondo no se cree en la violencia de género". Estas palabras de Sonia Chirinos, magistrada del juzgado número 2 de violencia sobre la mujer de Madrid, dan el baremo de lo que aguantamos. Ella lo percibe cada día desde que, en 2005, llegase a unos juzgados pioneros.
"He desarrollado una hipersensibilidad, en seguida detecto una mirada, una palabra...". Sonia Chirinos ingresó en la carrera Judicial hace más de 20 años. Ha hecho cooperación en Nicaragua, República Dominicana y Perú. Ha sido profesora de Derecho Penal y Criminología en las Universidades de Alicante y Valencia y fue la primera Directora General de Justicia de la Comunidad Valenciana en 1992.
Pero los juzgados de violencia de género, las historias con las que convive allí...
"Llegué a los juzgados cuando se crearon, tras un paréntesis en un proyecto de cooperación en República Dominicana. Vivía en Castellón, pero quería venirme a Madrid con mi marido, hubo un concurso muy importante y caí en este destino. La juez a la que iba a sustituir ya me advirtió: el volumen de trabajo era increible", cuenta. En 2005 sólo había 3 juzgados de violencia de género en Madrid. Las denuncias les sepultaban. "Poco a poco me gustó mucho. Pienso que algo de justicia se puede hacer, tanto desde la perspectiva de la denunciante como del denunciado".
Hasta entonces, los contactos de Chirinos con el concepto de 'género' eran internacionales. En Nicaragua ya había una policía de la mujer y el proyecto que dirigía en República Dominicana -de apoyo a la reforma y modernización del Estado- también tenía un componente de género, pero en en España no se utilizaba esa expresión. "Íbamos muy atrasados hasta que nos pusimos las pilas y ahora estamos a la vanguardia", valora.
Fue en ese juzgado en el que se dio cuenta de lo que era la violencia de género. "Personalmente fue muy duro, tuve que intentar asumir esa enorme cantidad de dramas y que no afectase a mi vida. Me hizo cambiar mi perspectiva y hablaba mucho de ello hasta que mi marido, con buen criterio, me dijo que teníamos que cambiar de tema".
Chirinos da cuenta de cómo ha evolucionado el perfil de los implicados. "Al principio había más señoras mayores, de unos 70 años, y muchas extranjeras. Y recuerdo que las explicaciones de los hombres eran muy curiosas, del tipo "es que no me daba la comida que yo quería". Recuerdo a una señora muy mayor que contaba que se protegía al otro lado de la mesa porque no podía correr mientras él argumentaba que en su casa hacía lo que quería.Tenían los dos más de 70 años.Era todo mucho más primitivo, y no había tantos jóvenes. Ahora cada vez hay gente más joven, y las mujeres son de todos los perfiles sociales".
Chirinos vuelve sobre su teoría: "El problema es que seguimos sin aceptar la violencia de género como una realidad con la que vivimos salvo cuando se producen hechos muy graves. En general, seguimos aceptando que es normal que las mujeres tengamos que vivir ciertas situaciones porque así está hecha la sociedad. El mensaje subliminal que nos lanzan es que es esas situaciones son normales. Cosas del tipo '¿Tú me quieres? ¿Me eres fiel? Pues dame tus claves del móvil y de tus redes sociales'... Creo que las mujeres no reciben una educación adecuada ni a nivel escolar ni social ni familiar porque en el fondo no creemos en la violencia de género, es parte de un comportamiento social y no nos importa salvo en el caso de que la agredan".
Ella misma tiene dos hijos varones.
- ¿Crees que en el colegio se les ha dado educación para evitar esos patrones?
"La pregunta es muy buena porque ni yo he hecho ese examen. No sería capaz de decir han recibido una educación en igualdad súper clara, pero yo sí que les cuento cosas precisamente para que lo sepan".
-¿Y afecta a los casos que juzgas el hecho de ser mujer? "
"Quizás el imputado se sienta más incómodo y la mujer pueda esperar cierta complicidad y después se enfade cuando no respaldas lo que dicen, pero son anécdotas a las que no hay que entrar. Quizás nos esforzamos incluso más en demostrar nuestra imparcialidad". Eso sí, desmonta el mito: "No creo que haya denuncias falsas, es un hecho matemático. Hay muchas mujeres que a pesar de denunciar siguen sin aceptar la situación que viven. Hay casos que te conmueven, con orden de protección, retirada, reconciliación... Así durante un año y medio, hasta que al final el hombre casi la mata".
Son las nueve de la mañana y Chirinos tiene por delante un jornada dramática. "Esto es un proceso largo y no soy optimista, no tengo claro que vayamos a combatirlo porque parece que las sociedades modernas estamos dando por buenos estos comportamientos. Es un tópico, pero no aceptamos que las mujeres sean guapas, profesionales e inteligentes".
Mira el reloj. En el pasillo hay mujeres esperando a entrar en la sala.

ANTIPATRIARCADO

La cultura de la violencia de género

Ilka Oliva Corado
Existe, lo vemos todos los días, está enraizada en los patrones de crianza, en el sistema patriarcal, en los factores socioculturales: la violencia contra las mujeres es real y también se acepta algo como natural en nuestra sociedad misógina y machista. Para la violencia de género no existen fronteras territoriales ni distinción de clase social, color, credo y grado de escolaridad. Es imperceptible debido a que es solapada.
Una violencia que se ejerce a todo nivel, que es ilimitada y que no sorprende. Que no asombra, no indigna, no encoleriza. La cultura de la violencia de género tiene sus cuñas en los estereotipos, en las religiones creadas para oprimirla, en una educación patriarcal, en un sistema que invisibiliza a la mujer como ser humano y la denigra constantemente: que la abusa en sus derechos y la excluye de la justicia.
Esa cultura que va desde la negación a los derechos laborales, a la igualdad social, al aborto. A la educación, salud, progreso. Que a la víctima la re victimiza, que al victimario lo aplaude por macho alfa. Normas establecidas que tienen que ver con la doble moral, hipocresía, miedo y el vivir de apariencias. Razones por las cuales no se denuncian los abusos emocionales, físicos, sexuales y en consecuencia los feminicidios.
Y cuando una víctima se atreve a denunciar resulta siendo juzgada por la sociedad que la acusa de culpable. Ni qué decir de un sistema de justicia que la sentencia y deshonra acusándola de mentirosa, dejando libre al agresor. Mismo agresor que en venganza va y la asesina en los terribles e innumerables feminicidios que a ninguna sociedad importan.
La cultura de la violación sexual, también naturalizada que como toda respuesta nos dice: es mujer. Es mujer no pasa nada, es tan solo una mujer: un objeto, un rastrojo, una esclava. Esa cultura que va desde la asignación de roles, colores. Que nos dice cómo debemos pensar, cómo comportarnos, qué sí y qué no hacer conforme a nuestro género. Y que si nos salimos de la norma entonces lo que nos suceda es completamente nuestra culpa. Aún viviendo bajo los parámetros marcados por el patriarcado también nos acusa y nos culpa. A nivel mundial la existencia de leyes que esclavizan a la mujer.
La cultura de la violencia de género que nos dice que las mujeres somos el sexo débil, que no podemos practicar deportes asignados para hombres, que no podemos ejercer profesiones u oficios que milenariamente han sido asignados a hombres. Que nos dice que nuestro rol en la vida es el de ser madres, limpiar la casa y cuidar de nuestros hijos. Satisfacer sexualmente a nuestros hombres. Vivir para ellos. ¡Y pobre de la que decida salir de la norma y amar a otra mujer! Porque se le denigra, se le golpea, se le viola y asesina. Y peor aún: era tan solo una lesbiana que no llegaba siquiera a ser mujer. Caso cerrado desde que entra el cuerpo a la morgue.
Esa violencia que está en la escuela, en la televisión, en la radio, en el arte, en todo. En todo lo que nos rodea. La forma en que los noticieros manejan la información en casos de violencia de género: con sesgo, estereotipos y patriarcado. Mujeres que a conveniencia personal apoyan el patriarcado, decidiendo con esto vivir en la sumisión de por vida y en las sombras. Esa cultura que nos niega la realización personal y a vivir en nuestro propio albedrío.
Hay mucho qué decir de la cultura de la violencia de género desde cualquier plataforma, y sus razones y sus consecuencias y a quiénes beneficia. ¿Qué es lo que no nos permite reaccionar ante esta atrocidad? ¿Qué es lo que no nos permite denigrarnos y despertar en masa cada vez que se viola a una niña, adolescente o mujer? ¿Cuando se le golpea y asesina? ¿Qué es lo que no nos permite crear la cultura de la prevención? ¿La reestructuración de la sociedad y de los patrones? ¿Qué es lo que no nos permite respetarnos? ¿Valorarnos como seres humanos iguales en derechos?
¿Qué tan profunda es nuestra indiferencia que no nos duele y no nos enfurece cada vez que sabemos de un feminicidio? ¿De una mujer agredida? ¿De una injusticia en los derechos laborales? ¿De un Estado que no invierte en políticas de desarrollo para la mujer? ¿Cuándo dejaremos de vivir con estereotipos, con religiones misóginas y opresoras? ¿Cuándo vamos a cambiar normas patriarcales para criar niños sanos que no violenten en ninguna de las etapas de su vida?
¿Cuándo vamos a vernos con la certeza de ser tan solo una partícula en la inmensidad del tiempo? ¿Y que tan fugaz es nuestro paso por la tierra que vamos a poner todo nuestro empeño en que la equidad y el derecho a ser y a vivir en el libre albedrío no se castiguen? ¿Cuándo tendremos la entereza para cambiar la cultura de la violencia de género por la del respeto?
Son tantas las maneras, los arquetipos en que todos ejercemos la violencia de género que muchas veces no nos damos cuenta que lo estamos haciendo, porque es algo que está ahí de planta, tan naturalizado como el aire que respiramos, como el pulso cardiaco, el parpadear. Pero la violencia de género es algo aprendido por lo tanto se puede cambiar. Por supuesto que tenemos la capacidad para eliminar el patriarcado, el machismo, la misoginia y la indiferencia. La pregunta es: ¿cuándo lo haremos?
Texto completo en: http://www.lahaine.org/la-cultura-de-la-violencia

viernes, 6 de mayo de 2016

Una mujer maltratada pide auxilio con una nota en los deberes de su hijo El presunto agresor ha sido detenido tras el aviso de la maestra del niño y de la dirección del colegio, ubicado en Benalmádena

Le dijo a su hijo, de ocho años, que le diera los deberes a su maestra para que los mirara bien, porque era muy importante. El niño cumplió y su madre ha podido salir del círculo de maltrato en el que supuestamente vivía desde hacía años. Una mujer maltratada, prácticamente recluida en su domicilio, controlada y aislada por su marido, ha provocado la detención de su agresor tras pedir auxilio a través de una nota que introdujo en los deberes de su hijo, alumno de un colegio de Benalmádena (Málaga). El hombre, de 52 años, ha quedado bajo control telemático y tiene una orden de alejamiento de su esposa.
La víctima, de 44 años, no tenía acceso al teléfono móvil ni aredes sociales. No podía salir sola de casa y cuando hacía la compra o tenía que ir al médico, siempre debía hacerlo en compañía de su marido, que la dejaba “encerrada” cuando no estaba en su domicilio. “El aislamiento y el control por parte del presunto agresor es algo muy común en el ciclo de la violencia y en este caso era especialmente fuerte”, subraya Rosa del Mar Rodríguez, coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Málaga.
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La situación se habría prolongado desde que el matrimonio, ambos de nacionalidad uruguaya, se instaló en Benalmádena. Las vejaciones y las humillaciones eran continuas y el aislamiento al que estaba sometida la mujer, le impedía contar con un círculo de amistad y de apoyo al que pedir socorro. Esa violencia psicológica constante también daba paso en ocasiones a episodios de maltrato físico, según publica el diario ABC.
La única escapatoria que vio la víctima fueron los deberes de su hijo, que se convirtieron en la vía de comunicación con el exterior. A mediados de abril, introdujo una nota de auxilio (medio folio) entre las páginas de un libro de texto del niño con la esperanza de que la viera su tutora. Escribió datos personales que ayudaran a su ubicación, entre ellos, su dirección postal, además de ofrecer detalles sobre la situación que estaba viviendo. La maestra, tras leer la hoja, alertó a la dirección del centro escolar, que se puso en contacto con el Centro Municipal de la Mujer de Benalmádena y con el Cuerpo Nacional de Policía.
Los agentes, con la complicidad del colegio, idearon un plan para comprobar los hechos sin levantar sospechas en el supuesto agresor. La actuación se llevó a cabo el 18 de abril. El centro escolar convocó a la pareja para una aparente tutoría y, una vez que el matrimonio llegó a estas dependencias, un policía de la Unidad de Familia y Mujer logró reunirse a solas con la mujer. Según fuentes cercanas al caso, el hombre se había quedado en el coche y ni siquiera accedió al colegio. Tras el relato del supuesto maltrato por parte de la víctima, que presentaba algunos hematomas, su marido fue detenido por supuesta violencia de género.
La mujer y el niño, que tiene un hermano de cinco años, están atendidos ahora por la red del Instituto Andaluz de la Mujer. Tanto Rodríguez como el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, han resaltado “la audacia” de la víctima para hacer público su maltrato y la “buena coordinación” entre todos los agentes institucionales y las fuerzas de seguridad.

jueves, 14 de abril de 2016

'Crónicas' aborda el aumento de la violencia de género en la adolescencia En 2015 hubo más denuncias por maltrato de chicas menores de edad y de chicos juzgados por maltrato contra sus parejas o exparejas 'Libre te quiero', estreno el jueves 14 de abril, a las 23:40, en La 2

Esta semana 'Crónicas' aborda la violencia de género en adolescentes en España, un fenómeno que cada vez se denuncia más. Según el Observatorio de Violencia de Género, las chicas identifican mejor el abuso o el control en sus primeras relaciones. El año pasado, las menores de 18 años solicitaron cerca de 900 órdenes de protección. Este jueves 'Crónicas' estrena el reportaje 'Libre te quiero'.
El número de chicos menores juzgados por maltrato contra sus parejas o exparejas creció en 2015. Para la mayoría era su primera relación sentimental y piensan que los celos son sinónimo de amor. Además, las nuevas tecnologías están provocando nuevas formas de agresión y de acoso. A través del control del teléfono móvil y las redes sociales, los agresores aíslan y amenazan a sus víctimas. Desde que hay estadísticas de violencia de género, ha habido nueve menores asesinadas. Sin olvidar que, el modelo dominio-sumisión en las relaciones sentimentales todavía no ha sido superado por las nuevas generaciones.
En los últimos años ha aumentado la cifra de chicas que asisten a terapias de violencia de género; las más pequeñas tienen 12 años. Los expertos aseguran que la educación es la vacuna para acabar con el maltrato.
Un equipo de 'Crónicas' ha estado en institutos de educación secundaria para ver cómo viven alumnos y profesores el problema de la violencia de género a edades tan tempranas. Además del control de los profesores, la policía da charlas en los centros para que aprendan a detectar las relaciones de abuso.
'Libre te quiero' es un reportaje con guion de Teresa Martín; realización de Ángel Navarro Gómez; imagen de José Llorca; sonido de Javier Pascual; montaje de Marga Serrano; y producción de Ana Pastor y Lourdes Calvo.

Los forenses elaboran un decálogo para prevenir la violencia de género Mariano Casado destaca la necesidad de educar a los niños en los valores de la igualdad y el respeto al otro

La Sociedad Mediterránea de Medicina Legal ha elaborado un decálogo contra la violencia de género en el que apuesta por reforzar tres pilares: la educación en las edades tempranas, la colaboración de los médicos en la detección de este tipo de violencia y el apoyo policial a las víctimas.
El decálogo fue elaborado por los asistentes a las XXI Jornadas Mediterráneas de Medicina Legal, que se celebraron en Badajoz bajo la dirección del médico forense Mariano Casado.
Para este especialista, las conclusiones de ese congreso pueden ser básicas en la lucha contra la violencia de género. «Desde nuestro sector se concluye que un aspecto fundamental es el educativo, porque es en la escuela donde deben empezar a enseñarse los valores de la igualdad y la no violencia».
«Ya dije una vez que la franja donde hay un alto índice de violencia de género es en la adolescencia y muchos me criticaron porque no aparecía en las estadísticas -continúa el forense-. Ahora sí se habla de que hay casos en esa etapa y se comprueba que aquellos adolescentes de los que yo hablaba son hoy potenciales agresores».
Colaborar en la detección
Casado también ha destacado del decálogo el punto en el que se pide a los médicos que colaboren en la detección. «Cuando ven que una mujer acude con frecuencia a la consulta sin tener un proceso patológico claro sería conveniente que le preguntaran si tienen una buena relación con su pareja. Quizás en ese momento las víctimas contarían su problema».
En las jornadas de la semana pasada se aprobó también la 'Declaración de Badajoz 2016' sobre el desarrollo de la especialidad de medicina forense, en la que plantean la necesidad de que el Ministerio de Sanidad, Igualdad y Políticas Sociales promulgue la norma que permita convocar las plazas de Médico Interno Residente (MIR) que se destinarán a la formación de los futuros especialistas en Medicina Legal y Forense. En esa declaración solicitan la acreditación de las unidades docentes de formación de especialistas en los institutos de medicina legal para potenciar la integración de los recursos ya existentes en los centros universitarios, en los departamentos clínicos y en los departamentos universitarios de medicina legal. «Es importante que se tenga en cuenta al colectivo», concluye Casado.