lunes, 26 de octubre de 2015

Expertos advierten del aumento de casos de violencia de género a través de internet

Comencemos por un caso real. Un chico, unos 16 años, le exige a una chica, de 15, con la que está saliendo que, como prueba de amor, le envíe una imagen íntima donde se muestre «sexy». Una vez que la tiene, no se conforma. Quiere más. Si no consiente mantener relaciones sexuales con él, le advierte de que publicará esa foto en redes sociales o que la enviará por Whatsapp a su grupo de amigos. Esto él lo califica como prueba de amor, ella no para de llorar tras la coacción y sufre una fuerte crisis de ansiedad.
Víctimas cada vez más jóvenes y la Red como vía para ejecutar el maltrato. Cada vez son más los casos de este tipo de violencia de género -catalogada ya como ciberdelincuencia de género- que están llegado a psicólogos, abogados, policías, expertos y centros de atención de la mujer. Los agresores se sienten capaces de hacer daño a través de las redes y utilizan estos canales como la mejor arma para cometer los abusos.
El nuevo modelo de comunicación no sólo ha cambiado la forma que tenemos de enviar o recibir información e imágenes, sino que también ha transformado los usos sociales y personales. Se está viendo en todos los ámbitos: en el laboral, en el ocio, pero también en lo social. Y aquí, ocurre como en todo. Las herramientas según se utilicen pueden ser buenas, ayudar al progreso, a la evolución, la comodidad, la sociabilidad, o, muy por el contrario, servir de parapeto de quienes las utilizan para otros fines tan dañinos como el relatado.
«El machismo es muy inteligente y se adapta a todas las vías», comenta Pepi Moreno, coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Cádiz. «Las nuevas tecnologías suponen nuevos riesgos y por ello hay que actuar. Es como si pensaran que en el mundo virtual pueden actuar de otra forma que en el real». Precisamente, desde el IAM alertan que el número de casos de este tipo de ciberdelincuencia está creciendo en la provincia de Cádiz, tal y como ocurre en el resto de España.
Así, concretan que en un año las atenciones a víctimas de este tipo de maltrato se han multiplicado por dos. De una decena a casi una treintena, una cifra que sólo corresponde a este centro de ayuda, a lo que habría que sumarle las denuncias presentadas ante la Policía, o los casos que llegan hasta los asistentes y psicólogos que se dedican a esta atención.

Un lenguaje 'obligatorio'

Estos nuevos atentados (mayoritariamente hacia la mujer) al principio parecían corresponder al traslado a la sociedad virtual del machismo de nuestra sociedad física, de manera que delitos de género habituales podrían estar adoptando una nueva forma de ejecución. Pero, tal y como avisan los expertos, se ha comprobado que es algo más complejo y grave ya que actualmente se ataca como nunca antes - en mayor cantidad y peor- el derecho al honor, la intimidad y la imagen de las víctimas. Esta circunstancia afecta especialmente a las más jóvenes que suelen estar más adaptadas, tanto ellas como su círculo, a estos tipos de lenguajes. «Para muchas de ellas ya no es opcional comunicarse a través de las redes sociales si quieres estar en contacto con el resto de tus amigos».
Según detalla el Instituto Andaluz de la Mujer a nivel regional, el 20% de las consultas que reciben sus profesionales son a menores de 30 años. Jóvenes que suelen ser nativas tecnológicas, es decir, que utilizan las TICs como medios naturales de comunicarse.
Por este incremento en el número de casos se precisaba una reacción urgente para establecer un plan de actuación específico. Así la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía y el IAMhan puesto en marcha un protocolo contra esta ciberdelincuencia de género, una iniciativa andaluza pionera en España que esta semana se presentó en Cádiz con el que se trata de diagnosticar y tratar casos como el control permanente a la pareja a través de las redes sociales o del móvil, la suplantación de la personalidad en dichos canales, o las amenazas por hacer públicos contenidos muy íntimos, por ejemplo.
Para la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Miriam Alconchel, el texto responde a esta necesidad. «Una herramienta nueva para un machismo nuevo». La guía, que quiere ser distribuida entre todos los colectivos implicados, establece las pautas a seguir para la detección y actuación ante cualquier señal de alarma.
Así, una de las partes fundamentales de este protocolo es la detección a tiempo. Para conseguirlo, en todos los formularios de atención, ya sea psicológica, jurídica o social, se recogen parámetros descriptivos que ayuden a diagnosticar con exactitud el problema, si se trata o no de ciberdelincuencia. Además, en la guía se aporta para los especialistas y técnicos un glosario con más de 200 palabras para poder entender de qué le están hablando las víctimas: 'nick', 'sexting', 'phising'... son algunas de ellas.
Por otro lado y para defender a la mujer agredida se dan una serie de parámetros de seguridad informática. Es decir, para que ella misma sea capaz de manejarse sin riesgos por la Red y también de cómo gestionar esa información para luego poder utilizarla en su defensa.

12:42 h. En el plazo máximo de un mes y hayan denunciado o no a su agresor La Junta dará viviendas a mujeres víctimas de violencia de género


  • Un momento de la firma del protocolo. - EUROPA PRESS
    Un momento de la firma del protocolo. - EUROPA PRESS
 

La Junta de Extremadura adjudicará en el plazo máximo de un mes viviendas de promoción pública a mujeres víctimas de violencia de género, hayan denunciado o no a su agresor, en virtud de un protocolo que se ha suscrito hoy y que conlleva aparejado un programa de recuperación integral para estas mujeres.
El protocolo ha sido suscrito entre la directora general del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEx), Elisa Barrientos; la secretaria general de Vivienda, Isabel Moreno Duque; y la directora general de Políticas Sociales, Infancia y Familia, Carmen Núñez.
Barrientos ha explicado que se trata de dar respuesta a las mujeres víctimas de violencia machista residentes en la región para "agilizar, especificar y mejorar ese proceso" y para poner a su servicio de manera eficaz los recursos públicos existentes en la comunidad autónoma en la lucha contra este problema.
La directora del IMEx ha señalado que el protocolo suscrito hoy se articula "como base para que ninguna mujer en Extremadura tenga desamparo institucional a la hora de denunciar cualquier manifestación de violencia de género".
El acceso a una vivienda se constituye así en un primer paso, según ha dicho, para abordar acciones conjuntas con el Servicio Extremeño Público de Empleo (Sexpe) y con un programa de recuperación integral.
Según Barrientos, se pretende dar oportunidades a las mujeres que han denunciado, pero también a aquellas que no lo hacen por el miedo al "y después qué".
Así, se les facilitarán a ellas y a sus hijos "todos los recursos necesarios para que logren recuperarse psicológica, social, laboral y económicamente" durante el tiempo que los servicios técnicos y especializados estimen oportuno.
Por ello, "durante la estancia habitacional en algún recurso de la Junta se les proporcionará asistencia psicológica, jurídica, acompañamiento, asistencia social e itinerario para la inserción laboral, todo ello de manera personalizada e individualizada", ha explicado la directora del IMEx.
En ese sentido, ha especificado que, aparte lógicamente de la no convivencia ni relación con el agresor, "es condición necesaria el cumplimiento de este proceso de recuperación integral" para el mantenimiento de la vivienda adjudicada.
Elisa Barrientos ha señalado que, para ofrecer una residencia a estas mujeres, la Junta cuenta, además de con los espacios de acogida de Cáceres y Badajoz, con las 22 viviendas de estancia temporal para víctimas de violencia machista, 10 de ellas en Badajoz, seis Cáceres y otras seis en Plasencia.
Estas 22 viviendas, según ha precisado, están pendientes en estos momentos de amueblarse y de recibir la cédula de habitabilidad.
Además, el protocolo establece la adjudicación directa de viviendas públicas, en un plazo de tiempo que no deberá superar los 30 días entre la recepción del expediente completo en el IMEx y la resolución pertinente.
Los criterios tanto para el acceso como para la salida de estos recursos serán evaluados únicamente por personal técnico de la Junta de Extremadura, según Elisa Barrientos, quien ha vuelto a exigir nuevamente al Gobierno central un pacto de Estado contra la violencia de género.
La directora general del IMEx ha precisado que entre los años 2007 y 2010 se adjudicaron un total de 42 viviendas a víctimas de violencia de género en Extremadura, una cifra que en los últimos cuatro años de legislatura del PP sólo ha llegado a las 26.
Además, ha precisado que desde el pasado mes de julio hasta ahora ya se han entregado seis viviendas, frente a las dos que sólo se adjudicaron en 2014.
Barrientos ha precisado que aunque no hará falta que las mujeres hayan presentado denuncia por violencia de género para acceder a una vivienda de este tipo, sí se le indicarán con posterioridad los pasos a seguir para que la interponga a través del servicio de asesoría jurídica que conlleva el plan integral de atención a estas víctimas.