A día de hoy la sociedad española ha sufrido injustamente la pérdida de 48 mujeres víctimas de la violencia de género.
Entre que las señales que debemos considerar como factores de alarma en un futuro maltrato esta la intrusión o el control. El maltratador desea conocer constantemente donde se encuentra la mujer, que actividades realiza y con quien se relaciona. Acude con ella a su casa o al trabajo, se presenta en las reuniones o en su domicilio sin avisar, etc.
Esta actitud del hombre al principio puede ser interpretada por algunas mujeres como de interés y protección, que su compañero la recuerda permanentemente y necesita de su compañía pero en realidad son signos de sospecha y de desconfianza hacia la mujer.
Otra de las señales pueden ser los celos. Los celos patológicos son una demostración de la inseguridad de la persona encubierta bajo la apariencia de una gran preocupación por las relaciones que la pareja mantiene con sus familiares, amigos y compañeros. Manifestaciones de ello son expresiones acusatorias como: “Vas provocando”, “te pintas como una mona”.
A ello se suma el sentimiento de posesión: el hombre actuará con su pareja como si fuera una posesión exclusiva de él. Empezará por exigir a la mujer que vista o se comporte de acuerdo a sus gustos y llegará incluso a la coacción psicológica con amenazas del tipo: “si me dejas te quito a los niños”, “si me abandonas me mato”. Los cambios de humor en el hombre serán constantes, pasando de estar cariñoso al enfado de un momento a otro y sin causa aparente. También es significativo que no se ignore lo que en un principio puede considerarse una sobreactuación. Frecuentemente dirigirán su ira sobre un objeto que sea significativo afectivamente para la mujer, como agredir a la mascota o romper fotografías o recuerdos.
De igual forma el aislamiento también puede ser otra de las señales de alarma. El procurará estar casi todo el tiempo con ella pero a solas y la irá alejando gradualmente de su entorno familiar y social con disculpas aparentemente lógicas pero en las que subyace un interés de aislarla.
La mujer ante este trato exclusivo se siente amada, necesitada, siente que su compañero le dedica todo su tiempo. Sin embargo la reali dad es muy diferente, la mujer esta siendo desvinculada de su ambiente familiar y social, lo que conlleva la pérdida de las relaciones con sus amigos, sus compañeros y familiares. De esta forma, si con posterioridad les necesitará estarían en peor situación para ayudarla y comprenderla.
Es muy importante averiguar al comienzo de la relación la biografía personal del compañero, el tipo de vínculos que el hombre ha mantenido previamente con otras parejas, conocer las causas de las rupturas anteriores, el trato que mantiene con sus familiares y amigos.
También resulta primordial conocer sus sentimientos y la valoración que hace sobre las mujeres y si expresa comentarios despectivos como son las siguientes expresiones: ”Las mujeres solo sirven para estar en casa“, ”todas las mujeres son tontas“.
La violencia de género persigue de forma consciente y voluntaria mantener las relaciones entre hombres y mujeres en un modelo de superioridad masculina y la permanencia de la desigualdad entre los hombres y mujeres que se deriva de ellas.
La violencia de género no es solo una cuestión de azar o mala suerte Por ello es importante detectar las señales de aviso y evitar las relaciones tóxicas. Conduce tu vida con precaución y No te saltes las señales. Elige vivir .
* Concejal del PSOE de Oviedo
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