Pilar López Díez, periodista y experta en
el tema, analiza el tratamiento del caso Bretón -el padre que asesinó a
sus dos hijos, Ruth y José- en los medios de comunicación. En esta
larga entrevista también aborda el papel del periodismo en la prevención
de la violencia y los mitos de la cultura popular que reproducen la
subordinación de las mujeres.
Patricia Reguero Ríos -- Feminicidio.net -- 12/09/2012
España, Madrid - “Faltan artículos de opinión que cambien 180 grados el
análisis de los hechos de violencia de género -no nos contentamos con
que se diga que asesinó por venganza y despecho- y faltan artículos de
opinión sobre la necesidad de asegurar la libertad de las mujeres en
cualquier relación en la que se encuentren”. Así resume Pilar López Díez
sus ideas después de casi dos horas de entrevista. Es Licenciada en
Periodismo, Doctora en Ciencias de la Información por la Universidad
Complutense de Madrid y autora de Los medios y la representación de
género: Algunas propuestas para avanzar, La violencia contra las mujeres
desde la perspectiva de género en el programa Tolerancia Cero de Radio 5
y Representación de la violencia de género en los informativos de
TVE
2006, entre otros informes. Considera que en España hubo avances
tangibles en el tratamiento informativo de la violencia de género
gracias al trabajo de los movimientos de mujeres. Hablamos con ella del
caso Bretón.
- ¿Considera que la confirmación de que los niños Ruth y José fueran
asesinados por su padre puso en evidencia que todavía existe socialmente
una naturalización de la violencia de género?
- Claramente, sí. Muchísimos actos de violencia que se cometen contra
las mujeres -muchísimos, no todos-, son por las posiciones del
patriarcado, por lo que se le ha permitido a los hombres hacer a las
mujeres. ¿Se les ha permitido? ¿En pasado? No: se les permite. En
presente.
- ¿Ha encontrado en los grandes medios explicaciones del caso Bretón como un crimen de violencia de género?
- He analizado alrededor de cien artículos sobre el tema y se puede
decir que hay tratamientos muy distintos. Por ejemplo, en La Vanguardia
del 27 de agosto del 2012 leemos: “El tesón de una madre da un vuelco a
la investigación”. Reconoce lo que todo el mundo sabe que Etxeberria (el
perito forense externo quien demostró que los huesos eran de dos niños)
había sido contratado por la familia materna. En cambio, El País del
día 30, en la página 4 del suplemento del domingo dice: “Una casualidad
cambió el rumbo de los acontecimientos con la intervención de dos
paleontólogos a mediados de agosto”. Aunque el reportaje firmado por
Luis Gómez y Manuel J. Albert termina bastante bien, los periodistas
afirman que es “una casualidad” lo que ha hecho dar un vuelco a la
investigación: no reconocen los méritos de las mujeres, en este caso de
una madre que pide dos informes más.
- Si los medios de comunicación cambiasen el discurso sobre las mujeres y
respetasen a las mujeres y a lo femenino de la misma forma que respetan
a los hombres y a lo masculino, y si, además, la educación fuera
igualitaria, no habría violencia de género. Con actuaciones de este tipo
se fortalecen las ideas de la supremacía masculina, que son,
precisamente, las que a un hombre mediocre, como Bretón, les dan alas
para imponerse cueste lo que cueste y mate a sus hijos.
LOS MEDIOS NO SON PLURALES: EXCLUYEN LAS IDEAS FEMINISTAS
- Entre los artículos claramente posicionados está el de Miguel Lorente,
Paternidad Criminal, un experto en la materia. ¿Hay resistencias en los
medios a analizar la información desde una perspectiva de género?
- Sí, no está presente un análisis feminista que dé claves a la
audiencia sobre por qué se producen estos asesinatos. El principal
objetivo de los medios es formar, informar y entretener, y, como dicen
los estatutos de la BBC, por este orden. Aquí niegan totalmente que los
medios de comunicación tengan que formar. Y, ¿qué son las televisiones
privadas? Son concesiones administrativas: unos individuos que ganan
mucho dinero porque el Estado les ha cedido unos derechos de
explotación. Por tanto, al Estado le podemos demandar que exija a los
medios de comunicación, por lo menos, que sean plurales. Y no son
plurales porque excluyen a quienes tienen ideas feministas.
- ¿Cree que ese ocultamiento de la perspectiva de género se hace de forma consciente?
- Totalmente. Si estuviese hablando hace quince años, diría que no. Por ejemplo, desde el año 2002, y hace diez años de esto,
RTVE
publicó un decálogo sobre violencia contra las mujeres en los medios de
comunicación, con un artículo que firmo, donde se recoge que se pueden
hacer dos formas de periodismo: un periodismo plural, respetuoso con
todas las personas, y uno cargando las culpas, como hace la sociedad
patriarcal, siempre sobre las mujeres.
- Una de las impresiones es que en el tratamiento de la violencia de
género de mujeres maltratadas por su parejas o exparejas ha habido un
cambio muy grande, pero no así en otro tipo de violencia de género, como
los feminicidios vinculados o los feminicidios por prostitución. ¿Se ha
quedado corto el trabajo de sensibilización?
- Los grandes cambios sociales son progresivos: hace veinte años,
ninguna feminista de España hubiera pensado que la portada de un
periódico de ámbito nacional publicaría a cuatro columnas el asesinato
de una mujer a manos de su marido. Y, sin embargo, haciendo hemeroteca
compruebas que más de un periódico lo ha hecho y más de un telediario ha
abierto con un caso de violencia de género. Lo que ocurre es que los
medios avanzan poco a poco; mucho más lentamente que la sociedad. Hoy
creo que ya no es posible dar marcha atrás y callarse los casos de
violencia en relaciones de pareja, sobre todo porque estos hechos están
consolidados en las rutinas productivas de los medios. Sin embargo,
tienes razón cuando echas en falta que se informe sobre los feminicidios
de relación (recuerdo un caso, aquel en que un asesino, en Mallorca, en
2005, mató a una mujer porque esta trató de defender a una mujer
discapacitada).
- Los medios de comunicación deberían dar un paso adelante, asumir un
mayor compromiso categorizando como violencia de género también cuando
un prostituidor mata a una prostituta (como sabemos que pasa). Y no hay
que olvidar que es una deficiencia de la Ley contra la Violencia de
Género que no contempla el asesinato de una prostituta como violencia de
género ni el de una estudiante que se niega a pasar los apuntes a un
compañero, quien termina asesinándola (este hecho pasó hace unos años en
la universidad SEK, en Segovia). Ni, por supuesto, los casos de los
niños Ruth y José.
- A raíz del caso Bretón se han visto reportajes sobre padres y madres
que asesinan a sus hijos. Pero: ¿matan los padres a sus hijos por las
mismas razones que lo hacen las madres?
- Lo que hay que hacer es tratar por todos los medios de que la gente
que hace la información tenga formación. Los periodistas que dicen que
es lo mismo un asesinato de un hijo o hija cometido por un padre que uno
cometido por una madre, lo único que tienen que preguntarse es algo que
siempre dice Lorente: cuál es la intencionalidad del padre y cuál la de
la madre. Son distintas. La intencionalidad de Bretón es someter, hacer
cambiar de opinión a la madre para que siga con él, ni siquiera es
hacer daño. Bretón asesina a su hija y a su hijo para decir: “tú vas a
seguir toda tu vida controlada por mí; toda tu vida te vas a acordar de
mí”. La intencionalidad en las mujeres no tiene nada que ver. Una mujer
no mata para controlar y someter al marido; en los casos excepcionales
de mujeres parricidas la intencionalidad se ha visto que puede ser
evitar el sufrimiento de los niños en manos de un padre como Bretón.
LOS MITOS QUE REPRODUCEN LA SUBORDINACIÓN DE LAS MUJERES
- Uno de los mitos de la violencia de género es el que se considera que
el maltratador puede ser un buen padre. Otro mito que menciona en su
libro ‘Deporte, mujeres y medios de comunicación’ es el de la supuesta
rivalidad entre mujeres. ¿Qué otros mitos difundidos por los medios
sirven de cimiento al patriarcado?
- La vida de las mujeres en esta sociedad está asentada sobre mitos. Las
mujeres basan su felicidad en mitos: encontraré (porque todas lo creen
así) a un hombre que me querrá, que me apoyará, con el que tendré hijos
que él querrá...Y estas ideas, a fuerza de ser repetidas y repetidas,
anidan en las mentes de las mujeres menos avisadas. Porque lo que es
cierto es que las mujeres no están avisadas. Ruth no estaba avisada. Es
hoy cuando les dice a sus hijos, Ruth y José, que no tuvieron padre;
porque hoy sabe que él los asesinó. Las masas, las mujeres normales y
corrientes no están avisadas, que para mí es un término que deberíamos
utilizar muchísimo más: hay que avisar a las mujeres de con quién se
relacionan.
- La cultura popular y también los medios de comunicación, especialmente
los audiovisuales, presionan a las mujeres para que encuentren un
hombre que supuestamente las quiera. Es decir, las mujeres, las chicas
jóvenes deberían estar avisadas de que pueden encontrarse con
maltratadores, aupados sobre la base de una masculinidad prepotente y
misógina, que son las características de la personalidad de los
maltratadores, que son individuos que piensan en él, en él y solamente
en él. Hay que avisar a las chicas jóvenes y a las mujeres que tienen
conciencia de hembra, es decir, que conciben su proyecto de vida en
función de dar y preservar la vida, nutrir y apoyar, que por su bien y
el de sus hijas e hijos, tienen que estar alertas. Y esto solo se puede
hacer masivamente, desde los medios de comunicación.
- ¿Y desde las instituciones?
- No podemos pedir a las niñas de 13 años, cuando empiezan a tontear con
niños, que vayan a la biblioteca a leer un libro de teoría feminista
para ver qué se esconde detrás del amor romántico…Ni a una mujer de 25
años, ni de 30 ni de 50. El papel de avisar, es decir, de formar a la
ciudadanía, corresponde a los medios de comunicación. Las instituciones
tienen para mí otro papel que es fundamental, y ahí tenemos que hablar
del Consejo Audiovisual Estatal, de un consejo independiente
audiovisual, que tenga como misión enfrentarse a los intereses
económicos de los medios de comunicación y construir otros contenidos
que ayuden a las personas a ser más libres.
- ¿Qué está pasando en RTVE (la televisión pública)? ¿Hay censura con el gobierno actual del Partido Popular?
- Si hiciésemos un análisis de los informativos de antes y otros de los
de 15 días después del cambio de responsables de informativos, veríamos
que han habido cambios en los contenidos: ahora hay muchos más sucesos
(cuidado, la violencia masculina contra las mujeres, no es un suceso).
Censura ha habido siempre y yo confío en que pese a ello se sigan
haciendo algunas cosas bien, como es seguir manteniendo la presión
contra los maltratadores, informando y haciendo debates interesantes,
plurales, que avisen a las mujeres.
- He estado toda la vida preocupada con los contenidos de la televisión,
tanto pública como privada, pero especialmente la pública, por su
función de servicio público. Confío en que la profesión periodística se
siga formando en igualdad y, así, mejoren los contenidos. Creo en el
cambio de conciencia de la profesión periodística sobre la base de
conocimiento.