Por lo que respecta al número de detenidos, las cifras también son significativas. Cada día son detenidos una media de 2,7 hombres en la demarcación acusados de violencia de género. Durante el año pasado el número de arrestados fue de 1.002 –264 en las Terres de l’Ebre y738 en el Camp de Tarragona–. De ellos, tres eran menores de edad. Las cifras representan un imperceptible descenso respecto al 2010, cuando se contabilizaron 1.113 individuos arrestados.
Sin delito
Teresa Prats, agente de los Mossos d’Esquadra adscrita a la Unitat de Suport a l’Atenció a les Víctimes del Departament d’Interior, subraya que mientras los detenidos bajan en Catalunya, suben «sustancialmente» las denuncias respecto al 2010: «Esto significa que algunas denuncias no constituyen delito y, por lo tanto, no se puede detener a la persona».
Prats asegura que normalmente los fines de semana por la noche «se producen más situaciones que pueden acabar con más incidentes o denuncias». Sobre las denuncias falsas, la agente aseguró que no pueden constatar ningún porcentaje, «a nivel policial no podemos determinar cuáles son falsas. Una denuncia es falsa cuando llega al juzgado y así lo determina el juez».
Uno de los datos aportados por Interior hace referencia también a los quebrantamientos de condena. Durante el año pasado se detuvo a 174 personas en el Camp de Tarragona y a otras 60 en las Terres de l’Ebre por este motivo.
La responsable de la Unitat de Suport a l’Atenció de els Víctimes no quiso desvelar cuántas mujeres de las comarcas de Tarragona tienen algún nivel de protección «para no identificar a la víctima, porque esta persona es fácil que la identifique su entorno». Sí que aseguró que en Catalunya son «contadas» las que tienen vigilancia policial las 24 horas al día.
La agente tampoco desveló la cantidad que tienen un atención puntual a lo largo del día –como por ejemplo a la hora de ir a comprar o a recoger a los niños de la escuela–. Sí que indicó que son 23.000 en Catalunya las víctimas a las que se les realiza un seguimiento cada mes y medio para saber cómo se encuentran y si han tenido algún problema.
Víctimas mortales
Una vecina de Reus de 44 años fue la única víctima mortal de la violencia machista el año pasado en las comarcas de Tarragona. Fue la hija de la víctima, de tan solo cinco años, quien dio la alerta: se fue a la escuela y se lo contó a su maestra. Ocurrió el 23 de febrero en un piso de la calle Dom Bosco de la capital del Baix Camp. El compañero sentimental y presunto autor del crimen, un ciudadano ecuatoriano de 37 años de edad, fue detenido una semana después en la estación de autobuses de San Andrés, en Murcia.
Este año, el número de víctimas por esta lacra son ya dos. Ambas mujeres perdieron la vida en enero. El domingo día 8 una mujer de 41 años fue encontrada muerta por su hija en la casa donde residía, en la céntrica calle Caputxins de Tarragona. El cuerpo presentaba diversas heridas de arma blanca. El mismo día por la noche fue detenida su expareja, un brasileño de 54 años.
Por otra parte, el día 21 una mujer moría en Santa Coloma de Queralt, también apuñalada presuntamente por su excompañero sentimental, quien fue detenido el mismo día en Sabadell. Murió después de saltar desde un cuarto piso durante el registro policial de su vivienda.
El mensaje de futuro que Teresa Prats quiere transmitir es que no hay que ser «dramático, sino esperanzador. Vamos abriendo camino. El Pla de Seguretat nos ayudará a homogeneizar este tema. Las mujeres pueden salir de estas situaciones».